Con el objetivo de contribuir a la mejora del sistema de saneamiento básico, el CENTA desarrolla, de mano de la Alianza por el Agua y la ACUA (Asociación Comunitaria Unida por el Agua y la Agricultura), un nuevo proyecto de cooperación en El Salvador que busca solventar la carencia de infraestructuras básicas de depuración en pequeñas poblaciones.
Ana María Gracia Amillo, ingeniera agrónoma por la Universidad Pública de Navarra, ha elaborado un modelo matemático que calcula, en cortos intervalos de tiempo, la radiación solar recibida por un plano situado en cualquier tipo de entorno. Las aplicaciones de este trabajo ya han tenido sus frutos en el desarrollo de un programa informático que permite conocer cuál es la ubicación óptima de módulos fotovoltaicos o colectores térmicos en entornos urbanos.
Para un diseño adecuado de cualquier sistema de aprovechamiento de energía solar es esencial contar con información detallada de la radiación solar disponible. Imagen: SINC
La comunidad científica no se cansa de advertir sobre el peligro de un cambio climático irreversible si no reducimos la emisión de gases de efecto invernadero. Las soluciones pasan por la eficiencia y el uso de energías limpias, pero existe una tercera vía: la captura y almacenamiento de dióxido de carbono. Para investigar las posibilidades de esta tecnología, la Fundación Ciudad de la Energía acaba de poner en marcha un centro de referencia mundial en Cubillos del Sil (León).
La empresa abulense Onyx Solar se ha significado por el desarrollo de soluciones constructivas para la integración fotovoltaica en edificios. La idea es que la construcción genere energía aprovechando la radiación del Sol. Las soluciones remplazan materiales convencionales como el vidrio o la cerámica por otros con propiedades fotovoltaicas en fachadas, muros o suelos transitables. Ahora, con ayuda de personal del Departamento de Física de la Materia Condensada de la Universidad de Valladolid, la compañía ha comenzado un proyecto de I+D con el que pretende complementar estas soluciones.
Para hacer frente a los desafíos en materia de agua, los países del Mediterráneo tienen que poner en práctica un sistema de gestión integrada que sea viable desde un punto de vista económico y ambiental. Esta es una de las principales conclusiones extraídas en la última conferencia celebrada en Marruecos por los socios del proyecto MELIA.