Investigadores europeos han detectado virus en cerca del 40% de las más de 1.400 muestras de aguas de baño recogidas en zonas costeras y de interior de nueve países, incluido España. Las concentraciones son bajas, pero los científicos recomiendan vigilar a estos microorganismos en las aguas recreativas, sobre todo en momentos en los que se disparan sus poblaciones, como sucede tras lluvias intensas.