Las personas efectuamos juicios de valor sobre otras personas a partir de sus rasgos faciales. Un nuevo estudio, realizado por investigadores españoles y brasileños, muestra que, con sólo 100 milisegundos de exposición a una cara, somos capaces de detectar antes en las personas la alegría y la sorpresa que la tristeza o el miedo.
Investigadores de la unidad de Biología de Sistemas Complejos de la Universidad de Jaén, dirigidos por Francisco J. Esteban Ruiz, están desarrollando un software de uso clínico para detectar la esclerosis múltiple antes incluso de que aparezcan las lesiones cerebrales propias de esta enfermedad neurodegenerativa. Para ello, el grupo multidisciplinar de científicos aplica la dimensión fractal a imágenes del cerebro obtenidas por resonancia magnética. Están iniciando la aplicación de esta técnica también a otras enfermedades neurodegenerativas, por lo que podría ser una herramienta para diagnosticar de forma precoz este tipo de enfermedades. Esta investigación se realiza en colaboración con el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra y el Hospital Clínico de Barcelona.
El profesor Francisco Rubia es el actual director de la Unidad de Cartografía Cerebral del Instituto Pluridisciplinar, una institución de investigación científica y médica próxima a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. En su despacho, rodeado de libros, nos recibe para desvelarnos algunos de los últimos enigmas, aclarados por la neurociencia, sobre los misterios de la mente humana
Las partes del cerebro que se activan cuando las personas observan imágenes de objetos también pueden activarse únicamente mediante el tacto, tal y como confirma un nuevo informe publicado hoy on line en la revista Current Biology. Los resultados del estudio sostienen que el reconocimiento de objetos puede producirse directamente mediante el sentido del tacto.
El cerebro puede reconocer los objetos mediante el tacto
Estudios recientes sostienen que la sociabilidad ha desempeñado un papel fundamental en la evolución del tamaño del cerebro en varios mamíferos. Biólogos evolutivos estadounidenses cuestionan ahora, en el último número de Proceedings of the National Academy of Sciences, el vínculo entre el tamaño del cerebro de algunos animales carnívoros y su capacidad de ser sociables.
Los neurocientíficos tienen la impresión de que están mucho más cerca de una teoría aceptada y unificada sobre la forma en que el cerebro procesa el habla y el lenguaje, según el científico del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, primer académico en exponer las ideas hace una década y que ahora ha publicado un artículo de revisión confirmando la teoría.
El Homo floresiensis no padecía microcefalia
Tras su paso como profesora visitante por las universidades estadounidenses de Harvard, Berkeley y California San Diego, SINC habla con la filóloga Juani Guerra, traductora al castellano de Jane Austen y Henry James, y cuya investigación da otra vuelta de tuerca a los estudios en Humanidades que se realizan en España, con una nueva aproximación desde ángulos como la biología evolutiva o la neurofilosofía.
El proyecto Blue Brain ayudará a conocer cómo funciona el cerebro