El cerebro puede reconocer los objetos mediante el tacto

Las partes del cerebro que se activan cuando las personas observan imágenes de objetos también pueden activarse únicamente mediante el tacto, tal y como confirma un nuevo informe publicado hoy on line en la revista Current Biology. Los resultados del estudio sostienen que el reconocimiento de objetos puede producirse directamente mediante el sentido del tacto.

El cerebro puede reconocer los objetos mediante el tacto
Foto: Eozikune.

“Hay una parte del cerebro que sirve para el procesamiento de los objetos, independientemente de cuál sea el origen de la información sensorial”, afirma Harriet Allen, una de las autoras del artículo e investigadora de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).

El descubrimiento, publicado on line en la revista Current Biology, se ha realizado al estudiar el caso de HJA, un hombre que sufría una deficiencia llamada agnosia visual como consecuencia de un derrame cerebral que había causado una gran lesión en una parte del cerebro importante para el reconocimiento de los objetos, concretamente en la corteza occipital lateral (OL).

“Aquí proporcionamos pruebas de que, en un cerebro que se ha desarrollado con normalidad, la activación de la OL dorsal se produce, en parte, directamente mediante el tacto". Los resultados demuestran que la activación de la OL dorsal mediante la información táctil no es secundaria respecto al reconocimiento visual, sino que el reconocimiento puede producirse directamente mediante el sentido del tacto.

Como consecuencia, aunque HJA no estaba ciego, no podía procesar normalmente la información visual, y para él los objetos parecían unos revoltijos irreconocibles. “Es difícil imaginárselo”, explica Allen. “Si miraba un lápiz, podía ver líneas, pero no podía decir cuáles formaban parte del lápiz y cuáles no”. Sin embargo, los expertos mostraron que HJA sí podía reconocer los objetos de uso cotidiano cuando los cogía con la mano.

En el estudio, los investigadores hicieron que HJA y otros participantes que actuaban como control observasen imágenes de objetos e imágenes codificadas, mientras se les escaneaba mediante resonancia magnética funcional (RMf), técnica que mide la actividad cerebral basándose en los cambios en el flujo sanguíneo. También se escaneaba a los participantes mientras tocaban objetos con una mano.

“Nuestros datos son los primeros que indican que al menos algunas regiones de la OL pueden activarse de forma normal mediante el tacto, incluso cuando la vía procedente de la OL está dañada y no es posible el reconocimiento visual", afirman los autores. Esto coincide con lo que los investigadores han conseguido deducir de las pruebas realizadas, “que hay conexiones directas entre la corteza somatosensorial y la OL".

Dentro del subconjunto de las regiones que se activaban en los participantes control, HJA sólo mostraba actividad para las de los objetos táctiles, lo que indicaba que estas regiones estaban implicadas específicamente en el reconocimiento.

Estudios previos ya revelaron que, cuando se les pide que reconozcan objetos basándose en el tacto, los participantes con ceguera congénita también muestran activación en regiones similares del cerebro. Sin embargo, según los expertos, en las personas ciegas la OL puede participar en el procesamiento de información de forma distinta a como lo hace en las personas que ven.

La agnosia visual

La agnosia es la interrupción en la capacidad para reconocer estímulos previamente aprendidos o de aprender nuevos estímulos sin haber deficiencia en la alteración de la percepción, lenguaje o intelecto. En el caso de la agnosia visual, se trata de la pérdida total o parcial de la capacidad para reconocer visualmente imágenes u objetos.

La alteración puede ser muy selectiva, como en el reconocimiento de caras (prosopagnosia), o de colores (acromatoagnosia) y no se puede atribuir a una lesión oftalmológica o de la vía visual. Según los expertos, existen dos tipos de agnosia visual: de percepción, referida a una anormalidad en el proceso de discriminación, y de asociación, o incapacidad para relacionar los estímulos con la experiencia previa.

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Referencia bibliográfica:
Humphreys et al.: “Direct Tactile Stimulation of Dorsal Occipito-Temporal Cortex in a Visual Agnosic.” Current Biology 19, 1–6, 23 de junio de 2009, publicada on line.

Fuente: SINC
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