Un estudio de la Universidad de Barcelona (UB) ha analizado en qué partes de la cara se fija nuestro cerebro a la hora de reconocer rostros. Éste se adapta para sacar de cada cara la máxima información posible, y según el estudio, los datos clave para el reconocimiento están, en primer lugar, en los ojos, y después, en la forma de la boca y la nariz.
El cerebro extrae la información para el reconocimiento facial sobre todo a partir de los ojos.
El número 33 señala la zona donde se encuentra la corteza visual.
Un estudio liderado por el grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y la Universidad de Barcelona relaciona las diferencias individuales en la manera de crear nuestros recuerdos con la microestructura cerebral. Según el trabajo, las diferencias individuales en la recuperación de la memoria verdadera y la falsa podrían estar relacionadas con las diferencias en la organización de la substancia blanca del cerebro.
A menudo, la mentre crea falsos recuerdos de situaciones –por ejemplo, de la infancia- que aunque son reales, acabamos recordándolas porque nos han explicado muchas veces la experiencia vivida. La creación de falsos recuerdos es una área de estudio bien conocida y caracterizada, en especial a nivel judicial, por su impacto sobre declaraciones de los testigos y víctimas en juicios. Un estudio publicado en el Journal of Neuroscience apunta que el origen de los recuerdos falsos y verdaderos depende de diferencias estructurales en vías de conexión entre diferentes zonas del cerebro que procesan estas funciones cognitivas.
Abejas utilizadas en el experimento, en un peine artificial. Se puede observar cómo las abejas nodriza se ocupan de la prole.
Investigadores del Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), se encuentran actualmente inmersos en una vertiginosa carrera cuya meta es conocer cuáles de las regiones del cerebro están detrás de las diferencias que separan a los humanos en las capacidades que usan al escuchar, hablar, memorizar o razonar.
El paleontólogo de la Universidad de Florida Jonathan Bloch sostiene el cráneo del primate Ignacius graybullianus en la palma de su mano.
El paleontólogo de la Universidad de Florida Jonathan Bloch muestra el cráneo del primate. Detrás, el modelo de cerebro desarrollado por los investigadores.