Impedir que los jóvenes empiecen a fumar. Ese es el nuevo objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo del Día Mundial Sin Tabaco. Según la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012 el tabaquismo afecta al 21,7% de los jóvenes entre 15 y 24 años.
Los efectos a largo plazo del e-cigarro son aún desconocidos. No está claro que provoque neumonías, aunque ya se han diagnosticado dos casos en vapeadores. Tampoco se sabe cuánto perjudica la inhalación pasiva del vapor; ni siquiera si ayuda a dejar de fumar o, al contrario, provoca nuevas adicciones a la nicotina. A pesar de ello, una nueva directiva europea regulará este mercado millonario, en el que participa la industria tabacalera.
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra y del Instituto de Agrobiotecnología han realizado un estudio con plantas de tabaco, modificadas genéticamente, a partir de las cuales se puede producir entre un 20% y un 40% más de etanol, lo que aumentaría su viabilidad como materia prima para producir biocombustibles.
Una investigación llevada a cabo dentro del proyecto Infancia y Medio Ambiente, en la que participa la Universidad del País Vasco, refleja el nivel de exposición al humo del tabaco de las mujeres embarazadas no fumadoras. Los resultados han sido publicados en la revista Science of the Total Environment.
Un equipo de investigación del CSIC en Valencia revela qué mecanismo utiliza una proteína del virus del mosaico del tabaco para entrar en las células de las plantas huéspedes. El hallazgo rebate el modelo topológico de la proteína conocido hasta ahora y abre una vía para desarrollar un método que otorgue resistencia a las plantas frente a la infección.
Tres encuestas confirman la disminución de jóvenes fumadores en nuestro país. En la Comunidad de Madrid disminuyen cada año un 5,5% los escolares de entre 15 y 16 años que fuman regularmente, en Barcelona la reducción media anual ha sido del 6,4% en doce años, mientras que en el ámbito estatal la reducción anual es de un 3%.
La principal sustancia adictiva del tabaco, la nicotina, aprovecha sus receptores y complejos proteicos del cerebro para causar la adicción. Así lo recoge un estudio, elaborado en ratones, que podría ayudar al diseño de nuevas terapias para dejar de fumar.
Un nuevo método estadístico pronostica el riesgo de episodios de asma infantil. Los resultados revelan que es necesario reducir todavía un 15% el consumo de tabaco en España, sobre todo en el entorno doméstico, para disminuir esta patología.
Partículas de lantano-cerio, la huella dactilar de los mecheros. / IDAEA
Cenizas, compuestos y elementos del humo del tabaco. / IDAEA