Investigadores de la Universidad de Alicante han analizado diez marcas de cigarrillos y han comprobado que las concentraciones de varias sustancias nocivas y carcinogénicas varían significativamente de una a otra. Hasta ahora la normativa no contempla estos compuestos y solo establece límites para la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono. Los científicos también han desarrollado catalizadores para reducir los productos tóxicos del tabaco.
Una nueva investigación muestra que los recién nacidos que han estado expuestos a la nicotina, tanto por tener madres fumadoras activas como pasivas, presentan peores respuestas fisiológicas, sensoriales, motoras y atencionales.
El consumo del tabaco de liar aumentó un 32% entre 2008 y 2009, según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos, lo que podría deberse a su menor precio y a la percepción de que conlleva menos riesgo para la salud. Sin embargo, los datos del Centro de Investigación y Control de la Calidad del Instituto Nacional del Consumo indican lo contrario.
El consumo de tabaco durante el embarazo tiene repercusiones ampliamente descritas tanto para la mujer como para el feto. Un estudio de la Universidad de Zaragoza sobre 1.216 recién nacidos confirma que los hijos de fumadoras pesan y miden menos.
Una encuesta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) asegura que el 82% de los españoles considera una decisión acertada prohibir el tabaco en lugares públicos cerrados y el 78% vería mal que se permitiese fumar de nuevo en ellos.
La entrada en vigor de la Ley 42/2010, que amplía la prohibición de fumar en espacios públicos, se ha acompañado de una progresiva reducción del porcentaje de fumadores (del 40,3% al 35,3% sobre el total) y de la magnitud del consumo entre la población laboral. Esta disminución afecta a hombres y mujeres de todas las edades y ocupaciones.
Si el paquete de medidas antitabaco aprobado por la OMS se aplicara, la prevalencia mundial de fumadores bajaría del 24% en 2010 al 13% en 2030. En cambio, si los gobiernos no actúan, el número de fumadores tan solo disminuirá un 1,7% en 20 años.
La revista 'Nature' publicó este mes un artículo que señala la necesidad de un control sobre el consumo de azúcar similar al de sustancias tan adictivas como el tabaco o el alcohol. Varios expertos en nutrición valoran la magnitud de este problema en España.
La normativa aprobada en 2010 es eficaz en la lucha contra el tabaquismo pasivo y lo ha reducido un 44% desde que entrara en vigor, pero no previene contra el inicio del hábito ni sirve para que haya menos fumadores. Tampoco reduce la cantidad de españoles que fuman, según revelan los datos de un estudio elaborado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
En ese paso intermedio entre el año 2000 y la actualidad, cuando la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo prohibía fumar en lugares públicos y de trabajo, pero permitía el consumo en determinados locales de ocio y hostelería, el 46,7% de la población seguía expuesta al humo ambiental del tabaco en su tiempo libre, especialmente los más jóvenes, cuya exposición superaba el 80%.