El análisis de 65 estudios constata un secreto a voces de la pandemia. Uno de cada cinco profesionales sanitarios de todo el mundo ha sufrido depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático en los meses de crisis sanitaria; un porcentaje muy alto si se compara con el experimentado por la población general.
Con datos de más de 9.000 profesionales de 18 centros sanitarios españoles, un nuevo estudio revela cómo casi la mitad de los encuestados presenta cribado positivo de un trastorno mental, y un 14,5 % lo sufre de forma discapacitante, es decir, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social. Una segunda investigación apunta un 3,5 % de ideación suicida activa en los últimos 30 días.
Junto con las futuras olas de contagios de la covid-19, la OMS y la ONU esperan la llegada de problemas de salud mental que impactará especialmente en el personal sanitario. La clave para reducir este daño, según el director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Gregorio Marañón, es flexibilizar la atención psicológica, acercar los recursos y velar por una atención primaria sin colapsos.
El personal sanitario de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) está en contacto continuo con el sufrimiento y la muerte, lo que les produce una carga psicológica que hace que el porcentaje de depresión alcance un 20%, el de ansiedad un 7%, el riesgo de que padecer fatiga por compasión un 12% y el síndrome burnout un 3%. Así lo refleja un estudio de la Universidad Jaume I de Castellón.
Los presupuestos sanitarios públicos son unas de las primeras víctimas de crisis tan profundas como la actual.
Una central de comunicaciones con número único, un protocolo rápido de coordinación con los hospitales y un sistema eficaz de recogida de datos son algunas de las propuestas que plantea una nueva guía para mejorar la atención sanitaria inicial tras un accidente de tráfico. El Director General de Salud Pública, Ildefonso Hernández, la ha presentado hoy con el objetivo de reducir las muertes y evitar la gravedad de las lesiones.
Investigadores españoles han calculado la probabilidad de muerte por accidente según el tiempo de respuesta sanitaria. La conclusión es contundente: rebajar de 25 a 15 minutos el tiempo de espera desde que se produce un accidente hasta que llegan los servicios de emergencia estaría asociado con una reducción del riesgo de muerte en un tercio.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy, a propuesta de la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, un nuevo Real Decreto que regula los productos sanitarios para cumplir con la normativa europea. Una de las novedades es la obligación de informar sobre sus posibles efectos adversos.