La Antártida ya ha empezado a derretirse y las consecuencias del deshielo de todo el continente podrían ser catastróficas. Un estudio demuestra por primera vez que si se mantiene el ritmo actual de emisiones de CO2 y se agota la reserva de combustibles fósiles estimada en 10 billones de toneladas, en los próximos milenios el nivel del mar podría aumentar en unos 60 metros haciendo desaparecer varias islas así como todo el estado de Florida en EEUU.
Los investigadores John Whiteman y Merav Ben-David inspeccionan el lugar donde se ha implantado el sistema de registro de temperatura en un oso polar sobre el hielo marino al norte de la bahía de Prudhoe, Alaska, en abril de 2009 / Mike Lockhart
El metabolismo de los osos polares es menos resistente al derretimiento del hielo del verano de lo que se había estimado. Un gran estudio de científicos estadounidenses destaca que cuando los recursos de alimentación escasean en la época estival, estos animales reducen su gasto energético, pero no lo suficiente para compensar la escasez de alimento. Las conclusiones ponen de relieve la vulnerabilidad de la especie ante el cambio climático.
Un equipo de investigadores ha alertado de que hasta el 70% de los más de 17.000 glaciares presentes en las provincias de British Columbia y Alberta (Canadá) podrían derretirse definitivamente antes de que finalice el siglo XXI. Su desaparición provocaría fuertes problemas en los ecosistemas locales y en especies como el salmón, además de reducir la cantidad de agua disponible para la agricultura, la minería y la obtención de energía hidráulica.
Según una investigación internacional con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el casquete de hielo en el Ártico no ocupó su extensión actual hasta hace unos 2,6 millones de años. El estudio, publicado en Nature Communications, apoya las actuales predicciones que apuntan a la desaparición del hielo en el océano Ártico a lo largo de este siglo.
La duración de la temporada de fusión de hielo marino del Ártico crece cinco días por década, según la NASA y el NSIDC. Además, el inicio cada vez más temprano de este deshielo propicia que el océano absorba suficiente radiación solar adicional como para que en algunos lugares se derritan hasta 1,20 metros de espesor de la capa de hielo ártico.
Los últimos 30 años de la vida de James B. McClintock están dedicados a la investigación de la Antártida. Esta semana ha estado en Valencia para contar parte de esta carrera de fondo que le ha dado “la oportunidad única de presenciar los efectos dramáticos del cambio climático” con sus propios ojos. Por la relevancia de sus estudios, una zona de la costa antártica lleva su nombre. Actualmente es profesor en la Universidad de Alabama en Birmingham (EE UU).
El centro de investigación AtlantTIC de la Universidad de Vigo pisará por segunda vez la Antártida gracias a su sensor hiperespectral, una ‘cámara' con centenares de bandas que se ha probado en el continente helado. Este pequeño dispositivo ya ha suscitado el interés de países como Portugal, Italia y Corea.
Los satélites de observación de la Tierra han permitido confeccionar el primer mapa que muestra la evolución del espesor de los glaciares del Himalaya. El estudio, publicado por la revista Nature, asegura que los glaciares de la región Hindu Kush-Karakoram-Himalaya (HKKH) han perdido 12 mil millones de toneladas al año en el periodo 2003-2009, una tasa muy superior a la que indicaban los estudios anteriores.