Investigadores de la Universidad de Granada lideran un proyecto internacional, llamado GOLETA, donde analizarán las propiedades eléctricas del manto terrestre profundo bajo el continente helado. El trabajo ayudará a conocer mejor los procesos de hielo y deshielo que condicionan las variaciones del nivel del mar a escala global.
Un potencial colapso del glaciar Thwaites provocaría un aumento de los niveles globales del mar en unos 65 centímetros. Dos estudios publicados en la revista Nature dan a conocer los patrones de deshielo según la topografía de la zona y describen cómo influyen las interacciones entre el hielo y el océano.
Investigadores alemanes y daneses han encontrado que la primera década de los 2000 fue 1,7 grados centígrados más cálida que el intervalo entre los años sesenta y noventa. Además, han hallado que el deshielo ha crecido notablemente en Groenlandia, contribuyendo de manera significativa al aumento global del nivel del mar.
Aunque la capa de hielo flotante del Ártico está desapareciendo debido al cambio climático, en la Antártida hasta hace poco ocurría lo contrario: se estaba expandiendo. Sin embargo, en febrero, se detectaron los valores más bajos jamás registrados. Es la primera vez que su extensión se sitúa por debajo de los dos millones de kilómetros cuadrados.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han observado tasas de fusión muy altas en el fondo de la capa de hielo de Groenlandia, causadas por las enormes cantidades de agua deshelada que cae desde la superficie. Al hacerlo, la energía se convierte en calor, en un proceso equivalente al de las diez mayores centrales hidroeléctricas del mundo juntas.
Una investigación relaciona el declive en las poblaciones de estos pájaros durante las últimas décadas con el retroceso del hielo marino. El trabajo aporta una de las pocas evidencias empíricas sobre cómo el deshielo repercute en la dinámica poblacional de los grandes depredadores del Ártico.
Un nuevo trabajo demuestra que en la atmósfera de la Antártida se forman partículas procedentes de los gases liberados por los microorganismos que habitan el hielo marino y las aguas que lo rodean. El deshielo aumenta estas partículas que favorecen la formación de nubes, lo que puede ayudar a reducir la radiación solar que recibe la región.
En los últimos 20 años, los glaciares han perdido de media un total de 267 gigatoneladas de hielo cada año, según las observaciones realizadas en más de 200.000 de ellos. Los resultados, que se incluirán en el próximo informe del IPCC, muestran que este deshielo es la causa del 21 % del aumento observado en el nivel del mar desde el año 2000.