Los últimos 30 años de la vida de James B. McClintock están dedicados a la investigación de la Antártida. Esta semana ha estado en Valencia para contar parte de esta carrera de fondo que le ha dado “la oportunidad única de presenciar los efectos dramáticos del cambio climático” con sus propios ojos. Por la relevancia de sus estudios, una zona de la costa antártica lleva su nombre. Actualmente es profesor en la Universidad de Alabama en Birmingham (EE UU).
El centro de investigación AtlantTIC de la Universidad de Vigo pisará por segunda vez la Antártida gracias a su sensor hiperespectral, una ‘cámara' con centenares de bandas que se ha probado en el continente helado. Este pequeño dispositivo ya ha suscitado el interés de países como Portugal, Italia y Corea.
Los satélites de observación de la Tierra han permitido confeccionar el primer mapa que muestra la evolución del espesor de los glaciares del Himalaya. El estudio, publicado por la revista Nature, asegura que los glaciares de la región Hindu Kush-Karakoram-Himalaya (HKKH) han perdido 12 mil millones de toneladas al año en el periodo 2003-2009, una tasa muy superior a la que indicaban los estudios anteriores.
Hasta ahora, la comunidad científica sospechaba que el aumento de los niveles de CO2 y el calentamiento global que puso fin a la Edad de Hielo (hace 10.000 años) estaban relacionados. Un nuevo estudio internacional, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de EE UU y publicado esta semana en la revista 'Nature', confirma esta relación causa-efecto.
La cubierta de hielo marino en el Ártico ha disminuido durante los meses de verano, según los datos registrados por el satélite europeo Envisat de la Agencia Espacial Europea (ESA). Este deshielo ha provocado que dos grandes rutas de navegación en el Océano Ártico, la del Pasaje del Noroeste de Canadá y la ruta del Mar del Norte de Rusia, se abran simultáneamente.
Disminuye la cubierta de hielo marino en el Ártico. Imagen: ESA.
El casquete polar de Groenlandia se funde cada vez más rápido. Imagen: Pranav Yaddanapudi.
Un estudio sobre la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) en el Ártico revela por primera vez los movimientos migratorios de esta especie y analiza su capacidad de respuesta a los cambios ambientales. Esta ave es una de las especies marinas más emblemáticas de las latitudes árticas y todo apunta a que el aumento de las temperaturas en el polo norte durante las próximas décadas tendrá un grave impacto sobre su población.
Hasta ahora se pensaba que el deshielo en el sur durante el periodo glacial, hace entre 30.000 y 60.000 años, coincidía con subidas del Mediterráneo. Esta teoría, muy aceptada en su campo, puede 'darse la vuelta' gracias a una nueva investigación internacional en la que participa el Grupo de Geociencias Oceánicas de la Universidad de Salamanca.
El miedo a la inestabilidad en el precio del petróleo reabre de forma constante la posibilidad de explotar los ricos recursos de hidrocarburos del Ártico. La región se enfrenta a su propia paradoja: el deshielo producido por el cambio climático acrecienta la posibilidad de que se acceda a un petróleo antes remoto. Su explotación también agravará los efectos del calentamiento.