Acostumbrado a publicar sus avances sobre el deshielo del Ártico en publicaciones científicas, el glaciólogo acaba de presentar su primer ensayo Hielo. Viaje por el continente que desaparece. En él, ciencia y aventura se combinan para alertar sobre los efectos que el cambio climático ya está provocando en Groenlandia.
Una alianza entre National Geographic y Rolex ha permitido llevar a cabo la investigación más importante realizada hasta la fecha en la montaña más alta del planeta, el monte Everest. Allí, un equipo multidisciplinar, formado por 34 expertos, ha recabado datos que evidencian cómo la acción humana está deteriorando el entorno del Himalaya en Asia.
La pérdida de hielo en Groenlandia durante el siglo XXI será mayor que en cualquier otro momento de los últimos 12.000 años, según nuevas simulaciones. De seguir con la tendencia actual de emisiones de CO2, la disminución de masa en 2100 será cuatro veces mayor que en los últimos milenios, lo que revertirá 4.000 años de formación de hielo.
Un estudio indica que la reducción de las banquisas árticas fue tres veces mayor en verano de 2018 que hace 40 años, derritiéndose a un ritmo del 12,8% cada década. El trabajo conecta este deshielo con fenómenos climáticos como El Niño que se perciben en las zonas tropicales.
Debido a los eventos extremos de fusión que afectan al Ártico, se están formando enormes placas heladas de varios metros de espesor que impiden la filtración del agua a través de la nieve porosa. Como consecuencia, ese caudal procedente del deshielo acaba en el océano, aumentando su nivel aún más de lo esperado.
En Groenlandia, Alaska, la Antártida y otras zonas del mundo, los glaciares marinos –aquellos que terminan en el mar– están en constante movimiento. Un nuevo método ha logrado medir por primera vez de forma directa la fusión submarina de estas masas y revela que se produce más rápido de lo que se pensaba.
Desde el año 2000 los glaciares del Himalaya han perdido casi medio metro de hielo al año, el doble que en el periodo de 1975 a 2000. El estudio, que ha combinado las imágenes –ahora desclasificadas– de un satélite espía estadounidense durante la Guerra Fría con imágenes actuales de la NASA, indica que los glaciares han perdido una cuarta parte de su masa en los últimos 40 años.
La mayoría de las infraestructuras árticas, incluidas las industriales y de transporte, estarán en riesgo a mediados de siglo debido al deshielo. Esto ocurrirá aun si se cumplen los objetivos del Acuerdo de París.
El hielo de Groenlandia es más sensible al cambio climático de lo que se pensaba. Esta es la conclusión de un nuevo estudio cuyos datos revelan un incremento del 30% en la desaparición de la capa superficial desde comienzos del siglo XX, con consecuencias directas sobre el aumento del nivel del mar.