Un estudio en el que participan la NASA y el World Agroforestry con sede en Burkina Faso provee una amplia base de datos con nuevas mediciones sobre la cantidad de carbono que capturan tanto los bosques como los ejemplares individuales en una zona semiárida de África subsahariana.
El año 2020 marcará un antes y un después en muchos aspectos. Uno de ellos será el momento en el que la masa creada por el ser humano supere a la biomasa total. Según un nuevo estudio, el volumen de edificios, carreteras y máquinas se ha ido duplicando cada 20 años en los últimos 100 años, mientras que la masa vegetal se ha reducido a la mitad.
Esta semana se han entregado en Berlín los premios Green Talents a 25 investigadores, entre ellos, Rubén Mocholí, que desarrolla modelos matemáticos para reducir las emisiones de CO2 industrial. Ahora está embarcado en el proyecto Torero, que pretende utilizar residuos de madera como combustible de los altos hornos y aprovechar los gases de escape para producir bioetanol.
Un estudio realizado por un equipo de investigación liderado por la Universidad Pablo de Olavide analiza la evolución de los requerimientos de tierra por parte de la economía española desde 1900 hasta 2008. Entre las conclusiones destaca que el aumento de la población y los cambios en la dieta han requerido más superficie que la que ahorraron las mejoras técnicas en los cultivos. Gran parte de esta superficie se ‘externaliza’, es decir, se cultiva fuera de España.
Investigadores de las universidades de Extremadura y de Bath (Reino Unido) han desarrollado un filtro de carbón activado fabricado con cáscaras de pistacho. El dispositivo elimina contaminantes emergentes, como la cafeína, de las aguas residuales.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) proponen un innovador método para optimizar la localización de plantas de biomasa respetando el entorno y garantizando la sostenibilidad a largo plazo. La metodología se ha aplicado en la búsqueda de un lugar idóneo para una planta de este tipo en el Valle del Ambroz, en Cáceres.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han estudiado cómo afecta a la viabilidad económica del aprovechamiento de los recursos forestales la escasez de innovación en la maquinaria que se emplea. Los expertos han evaluado los esquemas de producción renovables predominantes y han observado que los problemas aparecen al analizar la sostenibilidad económica de este tipo de actividad.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han conseguido avanzar un paso más hacia la transferencia de genes de nitrogenasa a plantas. Esto haría posible, por ejemplo, cereales capaces de crecer gracias a la incorporación del nitrógeno del aire, lo que reduciría la necesidad de fertilización nitrogenada.
Se calcula que para 2050 la población en el mundo llegará a una cifra aproximada de 9.000 millones de personas, pero los recursos naturales son finitos para abastecer todas sus necesidades. Esta es una de las razones por las que la bioeconomía está ganando importancia global. Esta actividad representa una nueva opción más sostenible para la industria y la economía en su conjunto.
Investigadores de la Universidad de Málaga y de la Universidad Pública de Navarra han obtenido en el laboratorio resultados positivos en la mejora de cultivos de álamo, incrementando en más de un 20% la altura y el número de hoja, lo que podría aumentar su capacidad como fuente de biomasa. El estudio determina factores clave en la generación de biomasa, como el crecimiento, la forma del tronco y la calidad de madera, que se pueden manipular en el laboratorio.