Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en colaboración con el Instituto Superior de Agronomía de Lisboa (ISA), han conseguido producir pasta de papel de buena calidad a partir de la biomasa residual del cardo, en concreto, de los restos florales.
La biomasa puede ser mejor que el etanol para producir electricidad
El II Simposio Transfronterizo de Energías Renovables, continuación de las actividades celebradas el pasado año, ha resultado ser nuevamente un rotundo éxito, con un alto grado de participación de científicos, empresarios y autoridades de España y Portugal.
Siete años de investigación es el tiempo que ha invertido el área de Energía y Medio Ambiente de la Fundación Cidaut (centro de Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía) en el desarrollo de una planta de producción de energía eléctrica a partir de biomasa lignocelulósica (de origen leñoso) caracterizada por su reducido tamaño (menos de 10 toneladas) y alto rendimiento.
El centro de investigación palentino Itagra y la empresa de ingeniería BESEL están inmersos en la elaboración de un proyecto que fue aprobado por el Plan Nacional de Investigación Aplicada Industrial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El objetivo es "la realización de un estudio de viabilidad técnico-económica de un sistema de calefacción mediante el uso de biomasa residual del entorno, que provea de CO2 al invernadero y consiga mejorar el desarrollo de los cultivos incluso en condiciones atmosféricas externas muy desfavorables", señaló uno de los promotores del proyecto, Alberto Sanz Sánchez. Además, se pretende "abaratar costes de producción mediante la sustitución de combustibles convencionales por otros renovables".
Aprovechar la energía solar en los edificios de nueva construcción mediante placas solares es ya una obligación, pero las energías renovables en los domicilios pueden ir mucho más allá. Ahorrar casi toda la energía que consumen los hogares actuaría como bálsamo tanto para los bolsillos como para el medio ambiente, y no se trata de una quimera: según los investigadores, es factible y sin grandes sobrecostes de construcción. Varios grupos de investigación de la Universidad de Oviedo, junto con la Fundación Barredo, colaboran con el CIEMAT y empresas nacionales para obtener los datos que permitan desarrollar la arquitectura bioclimática en España.
"Hay que saber separar la paja del grano", advierte el refranero español haciendo referencia a despojarse de lo inservible, como es la paja. Pues parece que las tornas están cambiando, o por lo menos es lo que pretende una empresa de biomasa en Osorno, Palencia. La gran preocupación mundial de nuestros días se centra en el cambio climático, el calentamiento global y la contaminación: hay que ayudar a nuestro maltrecho planeta Tierra. Y si las tecnologías del siglo XIX y XX fueron las pioneras, son ahora las del siglo XXI las que están dispuestas a hacer frente al nuevo reto.
Investigadores de la Escuela de Ingeniería Agrícola de la Universidad de León han realizado un estudio en el que relacionaron la reducción de los niveles de humedad de la planta Cynara cardunculus, una variedad de cardo silvestre utilizado como biomasa, con su poder calorífico, la energía que se obtiene de su combustión. Los científicos han comprobado que reducir la humedad de la planta hasta dejarlos entre un 10 y un 14 por ciento incrementa el poder calorífico hasta un 5 por ciento, y además facilita su transporte.
El centro de investigación técnica VTT de Finlandia ha estudiado la rentabilidad de la producción eléctrica a partir de astillas de arbustos en Namibia, donde la biomasa arbustiva ofrece un elevado potencial de producción energética. Namibia padece un exceso de arbustos que causa problemas a la ganadería, el principal medio de vida del país.