El investigador sueco Svante Pääbo ha sido galardonado con el Premio Nobel de Medicina 2022 por sus descubrimientos de los genomas de nuestros parientes extintos más cercanos, los neandertales y los denisovanos, y sobre la propia evolución de los humanos.
Este aumento de la neurogénesis responde a un único cambio genómico en un solo aminoácido de la proteína TKTL1 de los humanos modernos, según indica un estudio de investigadores alemanes.
Se trata de los restos parciales de un individuo que vivó hace 60.000 años. El hallazgo, además, coincide con la celebración del 40 aniversario de las excavaciones en el yacimiento del Abric Romaní (Capellades, Barcelona). Este año el lugar será declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
Una cueva de arte rupestre ubicada en el municipio andaluz de Ardales fue utilizada por una sucesión de culturas antiguas para enterrar a sus muertos. Además fue usada como lienzo para obras de arte, lo que implica que le otorgaban un alto valor simbólico.
Un nuevo estudio muestra que las perturbaciones climáticas tuvieron un gran impacto en la distribución y diversificación de las especies de homininos en el Pleistoceno. La sequía extrema en el sur de África y en Eurasia contribuyó a la transición evolutiva de las poblaciones de H. heidelbergensis en H. sapiens y neandertales.
Conocer la historia de nuestros antepasados y sus especies hermanas es uno de los retos más llamativos de la teoría de la evolución. Katerina Harvati es directora de paleoantropología en la Universidad de Tubinga en Alemania y lleva toda su vida profesional dedicada principalmente al estudio paleobiológico de los orígenes humanos modernos.
El uso de antorchas y una buena visión nocturna permitió a los neandertales cazar en cuevas unas aves esquivas durante el día y de plumaje negro, conocidas como chovas. Según un nuevo estudio, el hábito de consumirlas por parte de estos homininos fue extenso y frecuente.
Un nuevo estudio, que ha permitido analizar los patrones de desgaste en las piezas dentales de ocho jóvenes neandertales y H. sapiens, revela que a estas edades ya colaboraban en las actividades comunitarias. El trabajo reafirma la importancia de estudiar la dentición para conocer los patrones de comportamiento de las poblaciones del pasado.
Las marcas rojizas encontradas en estalagmitas de la cueva de Ardales (Málaga) no son fruto de procesos naturales, sino de artistas neandertales que las pintaron simbólicamente hace 65.000 años. Así lo señala un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Barcelona.
Una falange de ciervo gigante encontrada en una antigua cueva de Alemania apoya la teoría de que estos humanos ya eran capaces de crear expresiones simbólicas de ‘arte’. Su autor raspó el hueso y lo hirvió antes de grabarlo con varios signos. Estos hallazgos, cada vez más frecuentes pero todavía raros, acercan el comportamiento neandertal al del moderno Homo sapiens.