Un estudio reciente aborda la organización espacial de un campamento de caza neandertal localizado en el yacimiento madrileño del Abrigo de Navalmaíllo, en Pinilla del Valle, según el cual estos grupos practicaban diferentes modelos de ocupación del espacio de acuerdo con sus necesidades.
Un yacimiento del sur de Francia guardaba la prueba más antigua de estas armas en Europa, de hace 54.000 años. El manejo de esta tecnología se presenta en un estudio publicado en Science Advances como un factor decisivo en la competición de los sapiens frente a otras especies de homínidos.
En el Paleolítico Medio coexistíamos con neandertales, denisovianos, ‘hobbits’ de la Isla de Flores, Homo erectus, Homo luzonesis y quizás otra especie aún no identificada. Todos estos desaparecieron, pero los genes de algunos perviven en nuestro ADN. La genética ha sido crucial para estos hallazgos. Así lo recoge el libro de Tom Higham, arqueólogo que participó del nuevo trazado del árbol de familia de la humanidad.
Un equipo científico Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social ha descubierto en la Gruta de Figueira Brava (Portugal) grandes cantidades de restos de crustáceos que estos humanos arcaicos cazaban, recolectaban y cocinaban al fuego. El trabajo revela que explotaban los recursos marinos de forma intensiva.
El análisis de unos dientes hallados en un yacimiento de Guipúzcoa confirma una presencia tardía de esta especie humana en el norte de la península ibérica. El estudio corrobora además que estos restos son los únicos pertenecientes a neandertales adultos de la región de los Pirineos occidentales.
Una investigación de arqueólogos, paleontólogos y geólogos españoles demuestra que los cráneos de grandes herbívoros encontrados en el yacimiento de Pinilla del Valle, en Madrid, en un lugar conocido como Valle de los Neandertales, se utilizaban como trofeos de caza. Los restos tienen más de 40.000 años de antigüedad.
Un nuevo estudio de investigadores del Museo de Historia Natural de Londres apoya la hipótesis de que la mezcla con nuestros antepasados pudo haber sido una de las causas de la desaparición de los neandertales.
El análisis genómico de los restos de 13 individuos de Homo neanderthalensis en dos cuevas de Siberia apunta importantes novedades sobre su organización social. Los resultados acercan más aún a los neandertales y al Homo sapiens.
Un equipo científico de Países Bajos y Reino Unido ha analizado datos de artefactos de Homo neanderthalensis y Homo sapiens procedentes de 17 yacimientos arqueológicos del suroeste, centro y área mediterránea de Francia y del norte de España. El modelo ha permitido afinar el periodo de coexistencia entre ambas especies.