El ingeniero José de Gea Fernández (Barcelona, 1976) desarrolla innovaciones robóticas en el Centro de Investigación Alemán en Inteligencia Artificial (DFKI) desde hace más de una década. Este mes ha estado en Madrid para hablar de la humanoide AILA y el robot 'primate' Charlie durante el congreso Humanoids 2014, además de para coordinar en la Fundación Ramón Areces un simposio sobre cooperación en la exploración espacial.
Luc Steels (Bélgica, 1952) fue uno de los investigadores que reavivó el campo de la evolución del lenguaje hace unos quince años. Tras estudiar lingüística en Bélgica y ciencias computacionales en el MIT, en EEUU, regresó a Europa para investigar sobre inteligencia artificial en la Universidad Libre de Bruselas y fundar en París el Laboratorio de Ciencia Computacional de Sony. Primero estudió sistemas expertos, robots y música, pero luego se centró en los orígenes y evolución de los lenguajes humanos. En 2011 se convirtió en profesor de investigación ICREA en el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) de Barcelona, y ahora investiga en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB).
Incógnitas médicas que se resuelven mediante modelos matemáticos, problemas de neurociencia que ayudan a comprender mejor el funcionamiento del cerebro… Son el día a día de Pedro Larrañaga, catedrático del departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que acaba de recibir el Premio Nacional de Informática Aritmel 2013. Sus trabajos están relacionados con las matemáticas, la computación, la biomedicina, la bioinformática o la neurocienci. De hecho participa en los proyectos Cajal Blue Brain y Human Brain Project.
El estudio se ha centrado en acelerar de forma cuántica uno de los puntos más difíciles de resolver en informática: el aprendizaje robótico. / Sinc
La computación cuántica permitirá crear potentes ordenadores, pero también robots mucho más inteligentes y creativos que los clásicos. Así lo asegura un estudio de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y de Austria, que han confirmado como las herramientas cuánticas ayudan a los robots a aprender y responder mucho más rápido a los estímulos de su entorno.
Los enormes recursos que EE UU y Europa destinan a megaprogramas de investigación sobre el cerebro humano están mal enfocados, según Marvin Minsky, uno de los padres de la inteligencia artificial que hoy recibe el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Tecnologías de la Información y la Comunicación. Su propuesta es estudiar primero cómo funciona el cerebro de animales pequeños, como las libélulas.
Un programa informático se ha hecho pasar por un adolescente de trece años mientras respondía a las preguntas de un jurado y ha conseguido convencer a un tercio de los jueces. Se supera así el test que planteó el matemático británico Alan Turing hace 65 años, aunque, según algunos expertos, el impacto de este avance es más mediático que científico.
Alan M. Turing fue un matemático y filósofo inglés y actualmente es considerado el padre de la Inteligencia Artificial /
El director del Laboratorio de Informática de Sony en París, François Pachet, tambien es un músico enamorado del jazz. Su objetivo es crear una nueva generación de herramientas para los compositores o cualquier persona interesada en la música, y para ello cuenta con una beca ERC Advanced Grant. Pachet está convencido de que la inteligencia artificial puede ayudar a desarrollar la creatividad individual, según ha explicado en la Conference on Practical Applications of Agents and Multi-Agent Systems (XII PAAMS) organizada esta semana en la Universidad de Salamanca.