Una de las disciplinas de moda en el mundo de la informática es la computación social, que se encarga de estudiar la interacción entre los comportamientos de las personas y los sistemas computacionales. Fenómenos como las redes sociales ponen en evidencia la capacidad de internet para obtener una enorme cantidad de datos, lo cual plantea tanto la posibilidad de desarrollar fantásticas aplicaciones como el reto de proteger los datos personales. David Robertson, director de la Facultad de Informática de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), es uno de los científicos más influyentes en este campo, con varios proyectos de investigación, por ejemplo, en torno al desarrollo de ciudades inteligentes.
Investigadores de la Universidad de Granada han desarrolado un programa para videojuegos capaz de generar nuevos contenidos virtuales en tiempo real y de forma autónoma. Esta tecnología, basada en técnicas de inteligencia artificial, aporta mayor realismo al juego a través de la creación in situ de personajes o la introducción de cambios inesperados en los escenarios.
Un equipo de científicos de Andalucía y Asturias han desarrollado un método de inteligencia artificial para integrar distintas imágenes médicas, como escáneres, rayos X o resonancias magnéticas. De esta forma se reducen las imprecisiones y se puede mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Investigadores de la Universidad de Ohio (EE UU) han logrado identificar hasta 21 emociones en las expresiones faciales. Los científicos han partido de las seis expresiones básicas incluyendo felicidad, sorpresa, ira, tristeza, miedo y asco para crear otras 15 expresiones compuestas como ‘felizmente sorprendido’ o ‘tristemente enfadado’. Cada una de ellas, utiliza una combinación única de músculos. El conocimiento se podrá aplicar para lograr robots más expresivos y en mejorar la comprensión de enfermedades cerebrales.
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, en la categoría de tecnologías de la información y la comunicación, ha sido concedido en su sexta edición al estadounidense Marvin Minsky, pionero de la inteligencia artificial. Según el jurado, este científico ha aportado contribuciones esenciales, teóricas y prácticas, en matemáticas, ciencia cognitiva, robótica y filosofía. También fue asesor de Stanley Kubrick para la película 2001: Una odisea en el espacio.
Investigadores de universidades de Andalucía y Extremadura han diseñado un robot de bajo coste para vigilar a las personas mayores o discapacitadas en el hogar. El prototipo utiliza algoritmos basados en inteligencia artificial, es móvil y lo pueden instalar de forma sencilla los cuidadores.
La Asociación Europea de Lógica Difusa y Soft Computing (EUSFLAT) ha premiado un trabajo de investigación del grupo de Inteligencia Artificial de la Universidad Pública de Navarra: El grupo ha desarrollado un algoritmo para mejorar la delimitación de tumores cerebrales en imágenes médicas.
Investigadores de la Universidad de Sevilla han desarrollado una herramienta informática que permite manejar, de forma remota, instalaciones que incorporen placas solares. En el futuro también se podría usar en centros que se dediquen a la distribución de agua o gas.
A la izquierda, Pedro Álvarez, acompañado de parte del equipo de Tesis. Foto: L. A. / FICYT
Que en un futuro cercano la población española peinará más canas que nunca y que con ellas aumentarán los achaques es una previsión demográfica que no parece tener más salida que prepararse colectivamente. Con ese planteamiento, una empresa asturiana ha desarrollado un sistema orientado a facilitar el seguimiento y reducir los costes asociados a una de las realidades que previsiblemente aumentarán con la edad media de la población: las enfermedades crónicas.