Un equipo del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del CSIC ha desarrollado el prototipo de una nueva celda de conmutación para vehículo eléctrico que permitirá adaptar y controlar los flujos de potencia entre las fuentes de energía y sus cargas de un modo más eficiente, como entre la batería y el motor.
En la región del polo sur de la Luna existen zonas donde nunca luce el Sol y otras donde siempre llegan sus rayos. Para que los vehículos puedan operar en esas condiciones, y con fondos de la Agencia Espacial Europea, investigadores de España y Reino Unido desarrollan sistemas que combinan paneles solares, baterías y generadores termoeléctricos de radioisótopos.
Un equipo de científicos, liderados por la Universidad de Bristol (Reino Unido), ha observado que el nivel de actividad de seis especies de quirópteros se redujo significativamente en los emplazamientos donde se agrupan estos paneles solares.
El laboratorio de este bioquímico en la Universidad de Washington ha desarrollado una vacuna contra la covid-19 y tiene en marcha un espray nasal que bloquea virus respiratorios. Además, está trabajando en inmunoterapia del cáncer y catálisis para la descomposición de moléculas tóxicas en el medio ambiente, entre otras aplicaciones. Todas ellas se basan en proteínas sintéticas creadas mediante inteligencia artificial de aprendizaje profundo.
La Oficina Europea de Patentes premia toda la trayectoria profesional de este investigador del Instituto de Tecnología Química, un centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia. Sus descubrimientos sobre catalizadores se utilizan en numerosas industrias, como la energética, la farmacéutica y la cosmética.
El último informe Tendencias de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, dado a conocer este jueves en Navarra, señala que entre 2017 y 2021 se duplicó la producción científica española en el ámbito de las energías renovables. En la presentación se destacó la mirada de las ciencias sociales en el desarrollo tecnológico y la sostenibilidad.
Las fluctuaciones cuánticas durante la etapa de inflación, solo unos instantes tras el nacimiento del universo, fueron clave para la formación de estructuras masivas muy antiguas, como el cúmulo El Gordo u otros captados por el telescopio James Webb. La clave está en la estadística de estas fluctuaciones, según un nuevo estudio.
Inspirándose en la función fotosintética de las plantas, un consorcio europeo liderado desde el Instituto Catalán de Investigación Química ha desarrollado un dispositivo que convierte dióxido de carbono, agua y luz solar en combustibles sostenibles, de una forma eficiente y barata. El próximo paso es demostrar su viabilidad industrial.
En un mundo condicionado por la comida, la valorización de los desechos industriales podría ser otro incentivo de rentabilidad para los productores de alimentos. Investigadores estadounidenses evalúan cómo mejorar la seguridad energética y reducir el impacto ambiental, dándole una segunda vida a la basura orgánica.