Hace once años un programador estadounidense utilizó por primera vez bitcoines para pagar unas pizzas. Desde entonces, tanto el valor como el uso de esta moneda digital se han disparado, así como su consumo energético que no sale gratis al planeta. Pero ya que todo empezó con comida, ¿qué hubiera pasado si en lugar de minar bitcoines hubiéramos producido alimentos?
Científicos de la Universidad de California (EE UU) han diseñado una prenda de vestir con la que la persona que la lleva puede hacer funcionar pequeños dispositivos, como un reloj, mediante su movimiento y sudor.
El crecimiento de la población en todo el mundo y el aumento del consumo energético han despertado el interés hacia nuevos materiales alternativos de almacenamiento de energía. La Universidad de Córdoba, con otros centros internacionales, han diseñado por primera vez una batería más sostenible a partir de residuos de pescado.
Un nuevo estudio demuestra que la cadena de transporte de electrones mitocondrial ajusta su eficiencia energética para adaptarse a las necesidades del organismo, como las producidas por un ejercicio físico intenso. Así, la proteína SCAF1 actúa como un factor regulador que permite a la mitocondria adaptarse a la fuente nutricional disponible de azúcares, grasas o proteínas.
Con un núcleo de arseniuro de indio y superconductores de aluminio en sus polos, investigadores del País Vasco e Italia han fabricado una pila que puede resultar clave para algunas tecnologías cuánticas. Genera una supercorriente que no es inducida por un voltaje, como en las pilas clásicas, sino por una diferencia de fase en el circuito cuántico.
Cuando se quema gas hidrógeno, las llamas son capaces de propagarse por espacios muy estrechos creando figuras fractales. Este descubrimiento, realizado por investigadores españoles y alemanes, puede ayudar a mejorar la seguridad de los generadores de energía basados en este combustible.
Una comparativa entre ingresos económicos y consumo de energía en 86 países muestra las grandes desigualdades que existen, tanto dentro de las naciones como a escala mundial. Las diferencias son exageradas en aspectos como el uso de vehículos, ya que el 10 % de los que más ingresan gastan 187 veces más energía en este concepto que el 10 % que menos gana.
Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Politécnica de Madrid, ha realizado un estudio exhaustivo de los planes de mitigación y adaptación al cambio climático que existen en 885 ciudades distribuidas en los 28 estados miembros de la UE.
Científicos de las Universidades de Córdoba y Xiamen (China) han fabricado una batería de magnesio que emplea vanadio y cromo para incrementar su potencial. La nueva fórmula supone un paso más en la búsqueda de alternativas a las de litio, un elemento cada vez más escaso.
Un correlimo durante el experimento realizado. / Jorge Sánchez Gutiérrez