Los seres humanos tenemos tres molares en cada lado de la mandíbula y tres en cada lado del maxilar. Pero un equipo de investigadores ha hallado en Atapuerca (Burgos) los restos de un homínido de poblaciones antiguas que tenía uno de más; “algo muy raro”, según los científicos. En la actualidad, solo entre el 0,1% y el 3,4% de la población posee un cuarto molar.
Investigadores de la Universidad de Granada han demostrado por primera vez que la periodontitis crónica, una enfermedad inflamatoria de las encías que provoca la pérdida gradual de los dientes, guarda relación con la mayor extensión del infarto agudo de miocardio, comúnmente conocido como ataque al corazón.
Los osos son uno de los animales más emblemáticos de la Prehistoria, pero se sabe poco de su comportamiento como carnívoros. Ahora, un equipo liderado por arqueólogos catalanes, ha estudiado 17 carcasas comidas por osos del Pirineo de Lleida en la actualidad y ha identificado los patrones de consumición de cadáveres enteros. Después, ha comparado los resultados con las mordeduras y fracturas halladas en restos de cadáveres de animales prehistóricos.
La investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana Laura Martín-Francés ha colaborado en un artículo publicado en la revista Quaternary International que muestra las primeras evidencias de marcas de palillo del Pleistoceno Medio de Asia en varios dientes encontrados en el yacimiento chino de Yiyuan.
Una investigación liderada por la Universidad de Granada indica que los representantes del linaje humano son los únicos primates en los que, a lo largo de sus más de 2,5 millones de años de historia, el tamaño de los dientes ha ido decreciendo a medida que aumentaba el tamaño del cerebro.
Personal investigador del IPHES ha encontrado en Becerreá (Lugo) un diente infantil, de hace unos 17.000 años, que constituye el fósil humano más antiguo descubierto hasta el momento en Galicia. Se trata de un molar de leche con un grado de desgaste muy avanzado y perteneciente a un individuo de unos 10 años de edad. Es, además, el primer resto humano del Paleolítico encontrado en la comunidad gallega.
A diferencia del ser humano, que es incapaz de regenerar un diente perdido, muchos animales son capaces de recuperar piezas dentales gracias a células madre que se activan en caso de necesidad. Un equipo de científicos investiga cómo los dientes de los aligátores vuelven a crecer. Creen que podrían aplicarlo a humanos en el futuro.
Una de las armas analizadas en el estudio de la colección del Museo Field de Historia Natural. / PLOS ONE.
Investigadores del ICP publican hoy en los Proceedings of the Royal Society B una de las primeras evidencias a partir del registro fósil que apoya la teoría evolutiva del envejecimiento, según la cual las especies que evolucionan en ecosistemas con baja mortalidad y con una limitación de recursos tienden a ser más longevas. Un paradigma de estos ambientes son las islas.
El trabajo muestra que la altura de los dientes de mamíferos endémicos insulares es un indicador de su longevidad, y pone en cuestión el uso de este rasgo morfológico como un indicador exclusivo para inferir la dieta de las especies fósiles, así como para interpretar el clima en el que vivían.