Los seres humanos tenemos tres molares en cada lado de la mandíbula y tres en cada lado del maxilar. Pero un equipo de investigadores ha hallado en Atapuerca (Burgos) los restos de un homínido de poblaciones antiguas que tenía uno de más; “algo muy raro”, según los científicos. En la actualidad, solo entre el 0,1% y el 3,4% de la población posee un cuarto molar.
Un individuo de sexo masculino de unos 40 años de edad, localizado en la Cueva El Mirador en Atapuerca y que vivió hace entre 4.760 y 4.200 años, no solo padeció importantes enfermedades bucodentales sino que, según revela un estudio en la revista HOMO - Journal of Comparative Human Biology, también poseía un cuarto molar (supernumerario).
"En el caso de poblaciones arqueológicas hay muy pocos ejemplos estudiados y publicados de molares supernumerarios. Por lo tanto, es una novedad", dice Marina Lozano, investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y profesora de la Universidad Rovila i Virgili (URV), y una de las firmantes del artículo en el que se publica por primera vez la existencia de este fenómeno en un homínido de poblaciones antiguas.
El individuo analizado presenta evidencias de diferentes enfermedades como caries avanzada, abscesos, cálculo dental, exostosis alveolar, modificación en la oclusión por desgaste excesivo, evidencias de marcas de palillos y patología degenerativa temporomandibular (entre el hueso temporal y la mandíbula).
El cambio de la alimentación afectó a la salud dental
"Este diagnóstico confirma que la salud bucodental a partir del Neolítico empeora en las poblaciones agrícolas y ganaderas. Un hecho agravado, además, por la falta de tratamientos paliativos", observa Lozano.
La explicación se debe a un cambio en la alimentación a partir de esta época. En ese momento se empezó a incluir, por ejemplo, más cantidad de cereales, y alimentos que tienen más almidones y carbohidratos. Esto hizo que aumentara la proporción de caries dentales, una enfermedad que es resultado de consumir carbohidratos y, además, de una falta de higiene dental.
"Los restos se han analizado con Tomografía Computerizada de Haz Cónico (CBCT, por sus siglas en inglés) para obtener un mejor diagnóstico", puntualiza la misma investigadora. Esta tecnología, que proporciona imágenes en 3D, ha permitido definir la morfología interna y radicular del cuarto molar, con lo que se ha podido también establecer la ausencia de otros dientes supernumerarios en este individuo.
Referencia bibliográfica:
Ceperuelo, D., et al., “Supernumerary fourth molar and dental pathologies in a Chalcolithic individual from the El Mirador Cave site (Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain)”, HOMO - Journal of Comparative Human Biology (2015)