Una investigación española muestra como los individuos con una anomalía genética en el proceso de digestión ingieren menos pasteles, dulces y chocolate, lo que podría ser crucial para asistir a la población general en la disminución del consumo de alimentos con alto contenido de sacarosa.
Los carbohidratos han sido una excelente fuente de calorías a lo largo de nuestra historia evolutiva, cuando obtener suficientes alimentos era una lucha constante. Científicos de EE UU han descubierto que el gen de la saliva responsable de digerir el almidón podría haberse duplicado por primera vez hace más de 800 000 años, antes de la llegada de la agricultura.
El análisis del ADN de los pelos acumulados en las cavidades de los dientes de dos ejemplares de leones de Kenia, almacenados en el Museo Field de Historia Natural de Chicago desde hace un siglo, ha permitido reconstruir la ecología y la alimentación de estos grandes felinos.
Desde hace años, muchas investigaciones han analizado la compleja relación entre lo que comemos y nuestra capacidad de vivir cada vez más. Un estudio en ratones publicado en Nature indica que los genes pueden tener un papel más importante en la longevidad que el ayuno y la restricción calórica.
Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona sugiere nuevos patrones sobre la relación entre la hora de las comidas y el peso. Según las autoras, comer más temprano durante el día se ajusta más a los ritmos circadianos y permite quemar mejor las calorías.
Estos animales se caracterizan por ser apacibles, inteligentes, ágiles y confiados. Cerca de una cuarta parte de los canes de esta raza posee una alteración que hace que sientan hambre todo el tiempo y, además, quemen menos calorías. También la tienen el 66 % de los retrievers de pelo liso.
Los humanos modernos se expandieron hacia el noroeste de Europa antes de lo que se pensaba, siendo coetáneos de los neandertales que miles de años después desaparecerían en el suroeste. El Homo sapiens se adaptó bien al frío, en un ambiente muy similar al de la actual estepa rusa, y entre su dieta destacaba la carne de reno, lobo y caballo.
Un estudio liderado por el Hospital 12 de Octubre y la Universidad Complutense de Madrid asocia la producción de estas moléculas a una mejor respuesta al tratamiento. La detección en heces o sangre de los microorganismos que producen estos ácidos grasos se convierte en un nuevo biomarcador de pronóstico de la enfermedad para los médicos.
Científicos de la Universidad del País Vasco y de la Estación Biológica de Doñana han estudiado un grupo de murciélagos de cueva (Miniopterus schreibersii) en la Sierra de San Cristóbal, ubicada en el Puerto de Santa María, en Cádiz. Esta colonia llega a eliminar unas 60.000 polillas de procesionaria cada noche durante buena parte de los meses de agosto y septiembre.
Los resultados de un estudio con más de 100.000 personas de ISGlobal de Barcelona, publicado en Nature Communications, indican la importancia del horario y el ritmo de las comidas diarias para reducir el riesgo de enfermedades cardiacas.