Los cambios en el clima, en los sistemas de producción o en la propia demanda social hacen peligrar a las especies de ganado de España. Por eso, se almacenan muestras de semen y embriones en una amplia red de bancos de germoplasma. Un equipo europeo de científicos, liderado por españoles, ha desarrollado un modelo matemático que mejora la conservación de esos recursos genéticos en esta arca de Noé del siglo XXI.
Cada año, nuevos enclaves naturales o culturales de gran valor pasan a formar parte de la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Cuando están amenazados pueden catalogarse como “en peligro”, dentro de una lista mucho más reducida y en la que podrían estar lugares como Doñana o la Gran Barrera de Coral, según una investigación publicada en Nature Sustainability.
Zhùr, como se ha denominado al cachorro de lobo hembra hallado en el permafrost de Yukón, en Canadá, llevaba 57.000 años encerrada entre el hielo cuando un minero en busca de oro la destapó. Su excepcional conservación permite ahora arrojar luz sobre el estilo de vida de los lobos de la Edad de Hielo, que sorprendentemente comían peces como el salmón.
Que hayamos pasado meses encerrados en casa para detener la expansión del SARS-CoV-2 ha brindado a los científicos una oportunidad sin precedentes. Una alianza global de científicos analiza los efectos de la disminución de la actividad humana en el comportamiento de los animales en busca de formas de compartir el planeta más beneficiosas para todos.
Desde que en 2010 viera la luz el primer buitre negro en la reserva prepirenaica de Boumort (Lleida), 58 pollos han nacido en esta colonia gracias al programa de reintroducción de la Generalitat de Cataluña.
Los bosques templados que llevan más de 100 años conservándose tras sufrir siglos de actividad humana todavía no se han recuperado en su totalidad, un periodo mayor de lo que se había estimado hasta ahora. Esta es la principal conclusión de un estudio español.
Un equipo de investigadores, con participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, ha descubierto dos nuevas especies de anfibios en nuestra península. Se trata del tritón ibérico meridional y el sapo partero mediterráneo. Ambas especies, con un aspecto muy similar al de otros parientes, afrontan problemas de conservación.
Sapo partero mediterráneo. / Alberto Sánchez Vialas
Un equipo de más de 140 científicos ha demostrado que las precipitaciones y la temperatura son los factores ambientales que más influyen en la distribución global de las lombrices de tierra, cuya actividad es fundamental para las cosechas.
Investigadores catalanes han encontrado en el yacimiento israelí de la cueva de Qesem evidencias de almacenamiento y consumo de médula ósea conservada, hace 400.000 años. Se trata de las muestras más antiguas halladas hasta ahora. Los humanos prehistóricos conservaban durante semanas los huesos de los animales que cazaban para procesarlos y comerlos más tarde.