El Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca ha desarrollado una herramienta informática que permite comprobar qué funciones tiene un conjunto de genes. Esta aplicación informática ya está disponible en internet y facilita el trabajo de los investigadores, desde los que se dedican a la Biología básica hasta los que estudian los tumores. Celia Fontanillo, investigadora del Grupo de Bioinformática, ha desarrollado la herramienta y la ha presentado en una conferencia.
Científicos españoles han descubierto el mecanismo mediante el cual una proteína regula la expresión de cientos de genes con un papel fundamental en la progresión del cáncer de páncreas, gliomas y, posiblemente, en muchos otros tipos de tumores. El trabajo, publicado en la revista Nature Medicine, concluye que disminuir esta proteína en las células cancerosas reduce el tamaño de los tumores hasta un 80%.
El obatoclax es un prometedor fármaco para el tratamiento de distintos tipos de cáncer que está dando buenos resultados. Sin embargo, no se conoce muy bien el mecanismo por el que funciona. Una investigación desarrollada en el Departamento de Química de la Universidad de Burgos (UBU) ha demostrado la capacidad que tiene este fármaco para transportar aniones -iones de carga negativa- a través de membranas lipídicas. Este hecho es importante, ya que hace desaparecer las variaciones de pH en el interior de la célula. Y, una vez conseguido esto, se ha demostrado que se inicia un proceso de muerte celular programada, es decir, de apoptosis.
Un estudio realizado por la Universidad de Córdoba ha conseguido probar los efectos anticancerígenos del extracto de hoja de olivo y sus posibilidades en el tratamiento de la leucemia. Los resultados han sido publicados en la revista Mutation Research Genetic Toxicology.
Conseguir una imagen nítida que visualice los cambios extremadamente rápidos que tienen lugar en las proteínas para comprender su funcionamiento es el objetivo del equipo de investigación del Departamento de Química de la Universidad de Granada. Conocer a fondo cómo se originan estos procesos moleculares, cuál es el momento exacto que desencadena la desestructuración proteínica y qué factores la aceleran o reducen podría inhibir el proceso de formación de fibras causantes de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, diabetes o cáncer.
Javier Benítez, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), fue uno de los protagonistas del Simposio Internacional “Los próximos 20 años en la investigación de los telómeros”, celebrado esta semana en la Fundación Ramón Areces de Madrid. En su especialidad, la relación de la longitud de los telómeros y el cáncer hereditario de mama y ovario, ha aparecido un nuevo invitado: el fenómeno de anticipación en el diagnóstico.
Investigadores de la facultad de medicina Weill Cornell de Nueva York (EE UU) han dirigido el estudio sobre el punto débil genético de un tipo agresivo de cáncer de próstata, una vulnerabilidad que puede tratarse con un medicamento específico que ya está siendo probado en ensayos clínicos para tratar otros tipos de cáncer. El estudio es el mayor análisis en profundidad realizado hasta la fecha del cáncer de próstata neuroendocrino.
Una rara mutación oncogénica hereditaria se asocia con la susceptibilidad al melanoma y al carcinoma de células renales (CCR). El estudio, publicado en la revista Nature y que cuenta con participación española, relaciona dos tipos de cáncer que tienen diferentes factores de riesgo y supone un gran avance con posibles implicaciones terapéuticas.
Investigadores cántabros, en colaboración con el CSIC, han demostrado el papel que juega la proteína TBCC, implicada en los procesos tumorales, en la división celular. Hasta ahora no se conocía su estructura tridimensional completa ni su función in vivo.