Un egiptólogo británico plantea la teoría de que detrás de un muro de la tumba de Tutankamón hay una sala oculta con los restos de Nefertiti. Según el experto, la tumba fue construida originariamente para albergar el cuerpo de la bella reina, pero posteriormente fue reutilizada para enterrar al joven faraón, ante su temprana e inesperada muerte. De ser cierta esta tesis, resolvería uno de los grandes enigmas de la egiptología.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han utilizado la realidad aumentada y la visión por ordenador para recrear en móviles y tabletas los restos arqueológicos del yacimiento de Complutum, la antigua ciudad romana sobre la que se asienta Alcalá de Henares. La aplicación se puede descargar desde Google Play.
Científicos españoles han descubierto en el yacimiento de Barranc de la Boella (Tarragona) una letrina con excrementos fosilizados de hienas del Pleistoceno. El análisis de estos restos permitirá conocer la alimentación de estos animales y cómo era el entorno en el que vivieron hace cerca de un millón de años. Además, los investigadores han encontrado otros restos de las primeras poblaciones humanas en Cataluña.
Un estudio del Max Planck Institute y la Universidad de Valencia ha detectado la primera evidencia del consumo humano de setas. Los autores han explorado la dieta mediante el análisis de cálculos dentales de individuos del Paleolítico superior europeo en el yacimiento cántabro de El Mirón. Los análisis han detectado un gran abanico de microrrestos de origen vegetal, fúngico, animal y mineral atrapados en los cálculos dentales en vida, que aportan información muy valiosa sobre la alimentación en aquella época.
Cien fotos en una retratan el pecio Bou-Ferrer. / Taller de Imagen-UA
La cueva cántabra de La Garma sigue aportando valiosa información sobre el pasado prehistórico de la región y sobre el cambio climático. El estudio más reciente, en el que han participado investigadores de la Universidad de Cantabria, ha permitido reconstruir cómo se desplazaban los vientos y qué presiones predominaban en el sur de Europa, gracias a los datos obtenidos de una de las estalagmitas de la galería inferior de la cavidad.
Un equipo internacional de científicos ha analizado el pelo de las momias halladas hace 90 años en la necrópolis de Wari Kayan (Perú) de 2.000 años de antigüedad. Los resultados revelan que los miembros de la cultura paracas, la civilización anterior a los incas, consumieron productos marinos y plantas como el maíz y los frijoles los meses anteriores a su muerte. Según los investigadores, los restos arqueológicos del yacimiento pueden seguir ofreciendo información sobre esta cultura preincaica.