Investigadores de varias partes del planeta han ayudado a resolver uno de los misterios del mundo antiguo que más ha perdurado: por qué los habitantes de Madagascar hablan malgache, una lengua malayo-polinesia, región situada al menos a 6.000 km de distancia del país insular. Por primera vez, los científicos han hallado evidencias arqueológicas de que los colonos del sur de Asia llegaron a la isla hace más de mil años.
Un grupo internacional de investigadores descubre en las profundidades de la cueva francesa de Bruniquel hasta 400 estalagmitas colocadas de forma intencionada en un círculo por los neandertales hace unos 176.000 años. Junto a esta composición, se hallaron restos de fuego que prueban que estos homínidos dominaban la técnica antes de la llegada del hombre moderno hace 40.000 años. Sin embargo, aún se desconoce el uso que los neandertales le dieron a estas enigmáticas estructuras.
Los emperadores romanos solían veranear en la ciudad de Baia, cerca de Nápoles, pero con el paso del tiempo gran parte de sus lujosas villas quedaron sumergidas bajo el mar. Ahora investigadores italianos y españoles han aplicado técnicas de microscopia y geoquímicas para confirmar que los mármoles que pavimentaban sus edificios procedían de Carrara y otras canteras de Turquía y Grecia, una información valiosa para arqueólogos e historiadores.
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana participa en un trabajo que demuestra la presencia de grupos humanos con tecnología achelense en el centro de la península ibérica durante más de 600.000 años.
Investigadores del laboratorio ArchaeChemis de la Universidad de Valencia han desarrollado una técnica no destructiva para identificar, in situ y de forma rápida, diversos compuestos sobre los monumentos para conocer el impacto de los agentes ambientales. El método se ha aplicado con éxito sobre piezas del palacio del rey Darío en Persépolis, la antigua capital del imperio persa, actualmente en Irán.
Cuando moría un noble francés en los siglos XVI y XVII no era extraño que embalsamaran su corazón para enterrarlo cerca de la persona amada. Ahora un equipo de radiólogos, con la ayuda de imágenes por resonancia magnética y tomografía computarizada, ha rehidratadoalgunos de estos órganos centenarios para estudiar sus patologías cardiacas.
El Museo Arqueológico Nacional exhibe un valiso lingote recuperado de un pecio romano. MAN/UA
Los humanos modernos tenemos una cara más pequeña, en relación al neurocráneo, que la de los restantes miembros del género Homo. Investigadores de la Universidad de Málaga han comparado patrones morfológicos en el cráneo de grandes simios, poblaciones humanas y homininos fósiles, para trazar la evolución del rostro.
El descubrimiento de 47 dientes humanos en la cueva de Fuyan, al sur de China, confirma que el Homo sapiens ya vivía en esa región hace entre 80.000 y 120.000 años. El hallazgo, en el que participan científicos españoles, adelanta las migraciones de nuestra especie desde África hacia Asia oriental en al menos 20.000 años. Por qué retrasaron su llegada a Europa hasta hace unos 50.000 años sigue siendo un misterio.
Investigadores de la Universidad de Salamanca han utilizado un dron para tomar imágenes desde el aire y reproducir en 3D el dolmen de La Cabaña, en Burgos. En un artículo publicado en la revista Mapping, los autores comparan este método con otras opciones utilizadas hasta ahora en estudios arqueológicos. La digitalización puede servir para difundir el patrimonio e incluso para reconstruirlo ante amenazas de deterioro o vandalismo.