Científicos españoles, liderados desde la Universidad Autónoma de Madrid, han descrito por primera vez la presencia de microplásticos en el agua dulce de un área protegida de la Antártida. Los resultados confirman la presencia de fragmentos contaminantes de poliéster, acrílico y teflón, con tamaños menores a cinco milímetros y distintas formas y colores.
Publicamos un extracto de un capítulo de Argonauta. Peripecias modernas entre el océano y el cambio climático (Raspabook), el primer libro de Pablo Rodríguez Ros que sale a la venta este miércoles 16 de septiembre.
El Comité Científico para la Investigación en la Antártida ha aprobado que un islote del Archipiélago de las Shetland del Sur se llame Cacho en honor a un investigador y escritor español. El protagonista de esta historia nos cuenta su trayectoria y experiencias en el continente blanco.
El mejillón mediterráneo, el alga wakame y algunas especies de plantas terrestres e invertebrados están entre las 13 especies que tienen más probabilidades de dañar los ecosistemas de la península antártica. Esta es la principal conclusión de un estudio, en el que ha participado un investigador de la Universidad de Córdoba.
Investigadores del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE) han desarrollado un detector de rayos cósmicos y lo han instalado en la base antártica Juan Carlos I. Este dispositivo, ya en funcionamiento, medirá con precisión electrones y muones (otro tipo de partícula elemental) para estudiar la actividad solar y las condiciones de la atmósfera terrestre.
El calentamiento global y la actividad humana están debilitando las barreras de aislamiento en la Antártida. Como consecuencia, varias especies invasoras las superan y llegan a territorios hasta ahora insospechados. Una de ellas es el llamado “mosquito sin alas”, cuyas densidades alcanzan los cientos de miles por metro cuadrado en la isla de Signy, lo que la convierte en una máquina transformadora del medio.
Las estimaciones realizadas para predecir la velocidad con la que los glaciares y los mantos de hielo de la Antártida y Groenlandia perderán masa son todavía inciertas, pese a los avances en tecnología. Así lo revela un estudio internacional en el que ha participado un investigador de la Universidad Politécnica de Madrid.
Un equipo internacional de científicos ha trabajado entre heces de animales en las duras condiciones de la Antártida. Su estudio revela que las excreciones nutren de nitrógeno los suelos de esta remota zona del planeta y los llenan de musgos, líquenes y pequeños invertebrados.
Los océanos polares albergan en sus profundidades enormes criaturas que en ninguna otra parte pueden alcanzar semejantes dimensiones. Para comprobar cómo lo logran, un equipo de científicos ha estudiado las arañas marinas gigantes de la Antártida, protagonistas de #Cienciaalobestia, cuyo tamaño crece a la vez que lo hacen los poros de sus patas, a través de las cuales respiran.