Hace unos 20.000 años, una habitante de la cueva de Denisova (Rusia) llevó un diente de ciervo como adorno. El descubrimiento se ha realizado gracias a un nuevo método no destructivo de extracción de ADN con el que, a partir de ahora, se podrán relacionar los registros genéticos y culturales en la arqueología prehistórica.
Un proyecto internacional, con once artículos dirigidos conjuntamente por la Universidad de Uppsala (Suecia) y el Instituto Broad (EE UU), ha recopilado los cambios genéticos de estos animales a través de su secuenciación. Los trabajos, recogidos en un especial de Science, pretenden explicar cuándo, cómo y bajo qué presiones se produjo su amplia variedad anatómica y de dolencias.
A principios del siglo XVII, pueblos indígenas de Norteamérica como los comanches adoptaron a los equinos que se dispersaban desde lo que hoy es México y los integraron en su modo de vida, mucho antes de que llegaran los colonizadores desde Europa. Así lo recoge un nuevo estudio en el que se aúna la ciencia, la historia y un aspecto novedoso en investigación: la cultura y tradición oral de los nativos.
Investigadores de varias universidades europeas han estudiado el ADN del compositor alemán para intentar cumplir su expreso deseo de que el mundo conociera sus padecimientos, en especial, su pérdida progresiva de audición. El trabajo concluye que hubo causas hereditarias que explican parte de sus problemas de hígado, pero no han hallado el motivo de su sordera.
Hace justo 30 años, el microbiólogo Francis Mojica descubrió, junto a sus directores de tesis en la Universidad de Alicante, unas repeticiones en el ADN de una arquea de las salinas de Santa Pola. Aquella investigación daría lugar a otras que se acabarían aplicando en revolucionarias herramientas de edición genética.
Este biólogo y su equipo trabajan para desvelar la estructura de las distintas tijeras moleculares y así afinar la edición genética. Es también cofundador de TwelveBIO, una spin off de la Universidad de Copenhague, creada con el objetivo de mejorar el diagnóstico y el tratamiento con herramientas CRISPR, que acaba de ser adquirida por una empresa estadounidense.
Un equipo del CSIC ha demostrado que la estructura i-ADN de nuestro genoma puede adaptar su forma al pH del ambiente. Este hallazgo es esencial para posibles avances en la nanotecnología o para modular procesos clave de la creación de fenotipos.
Este dispositivo volador puede aterrizar y tomar muestras de ADN de las especies que habitan los bosques. Esto abre a los científicos una nueva oportunidad para vigilar la biodiversidad con más facilidad.
El ojo dorado del telescopio espacial James Webb ha mostrado el universo con un detalle sin precedentes. Su puesta en marcha encabeza este año el ranking de los hitos científicos, entre los que también figuran el descubrimiento de la bacteria más grande del mundo, el desvío de un asteroide, ADN con dos millones de años de antigüedad, avances frente a los virus y la creatividad en la inteligencia artificial.