Un estudio liderado por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, con la participación las universidades de Valencia y Alicante, ha reconstruido la historia evolutiva de esta enfermedad, transmitida por la picadura del mosquito Anopheles, en los últimos 5500 años. El trabajo ha identificado el colonialismo como uno de los factores principales en su dispersión.
Tras el brote de casos de meningoencefalitis provocados por el virus del Nilo Occidental en Andalucía han surgido diversas incógnitas, en particular sobre las especies de mosquitos implicadas. Culexperexiguus y Culex pipiens, autóctonas de España, son los principales vectores de este virus, que reside en muchas aves e infecta a caballos y humanos. El Aedesjaponicus, aunque tiene capacidad de transmitirlo, no está en el sur de España ni parece ser el responsable del brote de esta semana.
El mosquito es el animal más letal del mundo, siendo responsable de la muerte de más de 725.000 personas cada año. Existen más de 2.500 especies de mosquitos y estos insectos se encuentran en todas la regiones del planeta a excepción de la Antártida. Además, muchas especies han desarrollado resistencia contra una variedad de insecticidas comúnmente usados y han cambiado su comportamiento para evitar las redes mosquiteras y las casas fumigadas.
Los mosquitos tienen una forma de volar diferente a la del resto de insectos voladores. Baten sus alas muy rápidamente, pero a un ángulo menor que los demás. Entonces, ¿cómo pueden hacerlo? Esta es la pregunta a la que un grupo internacional de científicos responde en un nuevo estudio en el que se describen las características aerodinámicas del vuelo del mosquito.
Un equipo de científicos españoles ha comprobado que el mosquito común es capaz de transmitir a través de su secreción salival un parásito característico de un tipo de malaria que solo afecta a las aves. Los investigadores han identificado al único parásito que puede transmitirlo estudiando directamente muestras de saliva de los mosquitos anestesiados.
Gracias a técnicas de biología molecular, un grupo de científicos ha detectado, por primera vez en España, ADN del parásito Leishmania tarentolae en el mosquito flebotomo Sergentomyia minuta. Según el trabajo, la identificación de potenciales vectores de Leishmania es un paso esencial en los estudios de transmisión de enfermedades transmitidas por artrópodos a animales y humanos.
Las últimas semanas han sido una locura para los biólogos especialistas en mosquitos, como yo. Nunca antes habíamos recibido tantas peticiones para que nos pronunciásemos sobre qué puede suponer para la salud mundial una enfermedad transmitida por mosquitos, el virus Zika. Con toda esta cobertura informativa, resulta sorprendente que ninguno de los candidatos a la presidencia de EE UU se haya aprovechado (todavía) de la repercusión mediática relacionada con el zika. Pero, ¿representa en realidad el zika esa gran amenaza para nosotros y nuestros hijos?
El virus del zika es una emergencia internacional de salud pública y el mosquito que lo transporta coloniza cada vez más territorios. Este pequeño viajero, que tiene sus mejores aliados en los desplazamientos humanos y el cambio climático, lleva siglos especializándose en picar a nuestra especie. Brasil ha puesto en marcha al ejército contra él. Los científicos buscan soluciones más sofisticadas, como liberar ejemplares estériles, infectarlos con bacterias o manipularlos genéticamente.
Ante la emergencia sanitaria que ha generado la expansión del zika, un sector de la comunidad científica mira hacia el vector que la transmite: el mosquito Aedes aegypti. Los expertos proponen controlar a las hembras, responsables de las picaduras, con la herramienta de edición del genoma CRISPR-Cas9. Estas tijeras moleculares permitirían reasignarles el sexo para convertirlas en inofensivos machos.
La expansión del virus del Zika y su posible relación con el inusitado brote de casos de microcefalia en recién nacidos ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a declarar un estado de emergencia internacional. Esteban Domingo (Barcelona, 1943), miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas y expresidente de la Sociedad Española de Virología, habla con Sinc sobre este patógeno ya presente en 23 países de Latinoamérica.