El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades ha confirmado el primer caso en España de chikunguña, una enfermedad transmitida por el mosquito responsable del dengue o la fiebre amarilla. El paciente, sin antecedentes de viajes a zonas endémicas, comenzó a tener síntomas el pasado 7 de julio.
Una tecnología, desarrollada por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, ha permitido analizar mediante una aplicación móvil muestras de pacientes de malaria de Mozambique. En menos de 15 minutos, una clínica de este país africano ha recibido los resultados del análisis de imágenes de muestras de malaria realizado por personas jugando de forma colectiva con la app MalariaSpot.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, demuestra de manera inequívoca que la incidencia de la malaria clínica está determinada tanto por factores climáticos como por la inmunidad de la población. El estudio, publicado en la revista PNAS, resuelve el debate sobre si el clima afecta o no a la propagación de enfermedades mortales como la malaria.
Entre el 2000 y 2011, el número anual de casos de dengue, una enfermedad viral transmitida esencialmente por mosquitos como Aedes aegypti, pasó de 1.714 a 15.424 en México, según un trabajo de científicos de ese país. La circulación del virus en la última década es más amplia y la tasa de incidencia han experimentado un importante aumento.
Por primera vez, y gracias a una aplicación para móviles, se ha detectado de forma científica en Andalucía la presencia del mosquito tigre, un insecto transmisor de enfermedades como la chikungunya y el dengue. Esto ha sido posible gracias a la participación ciudadana que se ha descargado la app de AtrapaelTigre.com y a la posterior verificación de los entomólogos que colaboran en este proyecto.
Un estudio publicado en Climatic Change aplica una técnica estadística a modelos climáticos convencionales para predecir el potencial de transmisión de la malaria a nivel local. Los resultados predicen que las tierras altas y frías se harán más vulnerables, y las regiones con un clima cálido, similar al de la sabana, menos.
Varios trabajos ya han demostrado que los seres humanos infectados por el parásito de la malaria son más atractivos para los mosquitos. Ahora, un equipo internacional de investigadores ha descubierto, en ratones, que este reclamo tiene su origen en el olor que desprenden los ejemplares con paludismo.
Un estudio publicado en la revista Nature, con importante participación de investigadores catalanes, revela nuevas dianas para interrumpir la transmisión de la malaria, una enfermedad producida por parásitos del género Plasmodium.
Por primera vez, un equipo de investigadores liderados por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) ha estudiado sobre el terreno de qué forma responde a la contaminación un tipo de mosquito que vive en tres ríos gallegos con altos niveles de residuos: el Sar, el Con y el Louro.
Un científico de la Universidad de Oxford (Reino Unido) advierte de que en tres de las sedes del Mundial Fútbol de 2014 existe un alto riesgo de contraer dengue. “No quiero disuadir a nadie de acudir a la cita mundialista, pero es necesario informar a los aficionados acerca de los riesgos y cómo pueden protegerse de ellos”, destaca Simon Hay, autor del artículo.