Después de ‘construir’ máquinas vivas a partir de células reutilizadas de embriones de rana, un grupo de científicos de EE UU ha creado los primeros biobots capaces de reproducirse de una manera jamás observada antes en el mundo animal o vegetal. Esta nueva forma de autorreplicación biológica podría suponer un prometedor avance para la medicina regenerativa.
Nanorrobots que se inyectan en la sangre, materiales que se autorreparan o sistemas de almacenamiento de información sin límites podrían ser posibles gracias a máquinas moleculares. El químico francés Jean-Pierre Sauvage, que ha sido uno de los ponentes esta semana en el festival Passion For Knowledge en San Sebastián, logró diseñar, junto a su equipo, estos diminutos artefactos con múltiples aplicaciones.
Hace 500 años se apagaba el hombre de múltiples facetas que supo observar la naturaleza y entender el mundo en un tiempo de luces y sombras. Leonardo da Vinci fue mucho más que un artista. Soñó con volar, imaginó el futuro y, sobre todo, intuyó cómo funcionaba el cuerpo humano. Algunos de sus trabajos no han sido entendidos hasta ahora.
En poco más de una década, los robots serán mucho más que herramientas que nos ayuden en las tareas domésticas, en las cadenas de montaje o en el aparcamiento de un vehículo. Estaremos tan ligados a ellos que comenzará una hibridación entre ser humano y máquina, con las consiguientes desigualdades sociales, económicas y culturales que generará esta dependencia. Así lo revela Antonio López (Málaga, 1965), catedrático de Trabajo Social y Servicios Sociales de la UNED, en su último libroLa brecha robótica. ¿Una nueva frontera en el siglo XXI?
Terminator vuelve a las pantallas prometiendo récords millonarios y las escenas espectaculares y sangrientas nos devuelven la eterna pregunta: ¿llegará el día en que los robots y la inteligencia artificial llegue a sobrepasar la humana? O dicho de otra forma, ¿podrán las máquinas, alguna vez, pensar por si solas?