Un estudio en ratones ha revelado que la actividad cerebral espontánea durante las etapas embrionarias impulsa el mapeo del tacto. El trabajo, liderado por el Instituto de Neurociencias de Alicante del CSIC, muestra que este patrón de actividad prepara a la corteza cerebral para recibir información de los sentidos tras el nacimiento.
El análisis del genoma de cerca de 300 equinos proporciona nueva información sobre cómo las antiguas civilizaciones manejaban, intercambiaban y criaban a estos animales durante los últimos 5.000 años. Los datos indican una gran pérdida de diversidad genética, así como la existencia de dos linajes de caballos actualmente extintos.