La NASA acaba de presentar las primeras imágenes obtenidas mediante el instrumento MIRI del telescopio espacial James Webb, y son claramente mejores que las de la misión Spitzer, que hasta ahora había facilitado las más profundas y nítidas del cosmos en longitudes de onda infrarrojas.
Los ingenieros e ingenieras de la NASA han ajustado cada segmento del espejo primario del Webb para generar, con la ayuda de la cámara NIRcam, una sola imagen de una misma estrella. Los sistemas ópticos del observatorio son tan sensibles que también han captado las galaxias y estrellas del fondo.
El telescopio espacial James Webb ha comenzado la fase de alineamiento de los segmentos que componen su espejo principal. / NASA
El mayor observatorio espacial de la historia ya está en su destino final: una órbita en torno al Sol, en línea con la Tierra, mientras gira alrededor de L2, un punto situado a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta. Una vez alineados sus espejos y calibrados sus instrumentos, este verano ofrecerá imágenes nunca vistas del universo.
El 24 de enero está previsto que el telescopio espacial James Webb realice su inserción orbital en L2, un punto situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra desde donde observará las primeras luces del universo. Pero antes de comenzar sus operaciones científicas, durante los próximos cinco meses, tendrá que completar su enfriamiento, alinear sus espejos y calibrar todos los instrumentos.
Con la apertura y acoplamiento total del espejo principal, la agencia estadounidense culminó este sábado con éxito el desdoblamiento completo de este potente y agudo observador cósmico, marcando un nuevo hito en el espacio.
Tanto la Agencia Espacial Europea como la NASA creen que, gracias a un lanzamiento al espacio perfecto, el telescopio tendrá una vida operativa superior a la que se marcó como objetivo durante la fase de diseño y construcción.
Después de un cuarto de siglo de desarrollo, el día de Navidad de 2021 por fin se ha lanzado desde la Guayana Francesa el observatorio más potente y sensible jamás enviado al espacio. Operando con luz infrarroja, podrá observar las primeras estrellas y galaxias del universo, además de exoplanetas en los que podría detectar biomarcadores en sus atmósferas. Los próximos días serán cruciales para el complicado despliegue de sus componentes.
A poco más de una semana de que se lance el observatorio espacial más esperado de la última década, hablamos con Macarena García Marín, astrofísica española de la Agencia Espacial Europea. Se encarga de la calibración y operaciones de MIRI, uno de los cuatro instrumentos científicos integrados en el James Webb.
Después de varias postergaciones, si todo va bien, el 25 de diciembre será lanzado el observatorio más grande y poderoso construido hasta la fecha. Durante diez años, este fotógrafo capturó magistralmente su construcción. Con imágenes sublimes busca incentivar el asombro ante esta maravilla tecnológica que cambiará para siempre nuestra visión del universo.