Además de confirmar la presencia de agua helada y amoníaco en el gélido Caronte, el telescopio espacial ha descubierto dos nuevas moléculas en su superficie: dióxido de carbono, que se puede liberar desde el interior a través de cráteres de impacto, y peróxido de hidrógeno, formado por procesos de irradiación sobre el hielo del satélite.
Con la ayuda del telescopio espacial James Webb, astrónomos del Centro de Astrobiología y la Universidad de Cambridge han descubierto que el agujero negro supermasivo del centro de una lejana galaxia está apagando en toda ella la formación de estrellas.
Se conocen agujeros negros con masas en torno a 5-150 veces la del Sol, y otros supermasivos con más de 100 000 veces la de nuestra estrella, pero falta encontrar los situados en medio. Ahora, la danza de siete estrellas, captada con el telescopio espacial Hubble en el cúmulo globular Omega Centauri, parece señalar uno con al menos 8200 masas solares.
Gracias a un efecto de lente gravitacional se han podido localizar cinco agrupaciones de estrellas en el arco de las Gemas Cósmicas, una lejana galaxia observada unos 460 millones de años después del Big Bang.
Los agujeros negros supermasivos en el universo infantil ya se alimentaban y comportaban igual que los actuales, según las observaciones del telescopio espacial James Webb en un brillante objeto fruto del material que cae dentro del agujero: el cuásar J1120+0641, uno de los más distantes y antiguos conocidos.
Un equipo internacional de astrónomos, con participación española, ha observado que la galaxia JADES-GS-z7-01-QU ya no formaba nuevas estrellas 700 millones de años después del Big Bang. Dejó de hacerlo antes y la duda es si volvió a crearlas después.
La explosión estelar o supernova 1987A se observó hace más de 35 años, y desde entonces se dudaba qué objeto compacto habría generado. Ahora, gracias al telescopio espacial James Webb, se han identificado átomos de argón y azufre muy ionizados que solo se explican por la presencia de una estrella de neutrones, y no de un agujero negro como también se llegó a pensar.
El telescopio espacial James Webb no solo ha detectado vapor de agua y dióxido de azufre en este 'Neptuno' caliente, también nubes de arena de silicato. Estas partículas circulan por una atmósfera dinámica donde se produce un vigoroso transporte de material.
Un equipo científico internacional, liderado por el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), ha descubierto la galaxia espiral barrada más remota conocida hasta ahora: ceers-2112, con una estructura similar a la Vía Láctea. Su desplazamiento al rojo la sitúa cuando el universo tenía solo 2.100 millones de años, lo que desafía el conocimiento previo sobre formación de galaxias.
El telescopio Webb ha descubierto metano y dióxido de carbono en la atmósfera de K2-18 b, un exoplaneta que también podría tener un océano de agua y dimetilsulfuro, un compuesto que en la Tierra produce el fitoplancton.