El investigador de la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia Pablo Martínez Álvarez ha sido premiado recientemente por la Sociedad Española de Ciencias Forestales por un trabajo en el que ha analizado un hongo patógeno que está causando la muerte de muchos pinos insigne ('Pinus radiata') en el norte de España, sobre todo en el País Vasco.
En los últimos 30 años, unas 200 especies de anfibios han desaparecido por la quitridiomicosis, una infección producida por un hongo. La comunidad científica ha intentado luchar contra el patógeno, sin éxito. Ahora, un grupo internacional de investigadores, con participación española, ha revisado todas las técnicas para evitar los efectos de la enfermedad y las extinciones locales.
Macho de sapo partero común (Alytes obstetricans) llevando la puesta.Imagen: Jaime Bosch.
Un artículo científico sobre la primera síntesis total de la anominina —un producto natural aislado del hongo Aspergillus nomius—, del Grupo de Síntesis de Azapoliciclos Naturales (GSAN) del Laboratorio de Química Orgánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, que dirige el catedrático Josep Bonjoch, es uno de los diez trabajos más descargados durante el año 2010 de la revista Journal of the American Chemical Society, la más citada en el ámbito de la química.
En los últimos 30 años ha descendido el número de playas donde anidan las tortugas marinas, el número de hembras que acuden a poner sus huevos, el número que hace eclosión y la tasa de supervivencia de las crías. Uno de los factores responsables de esta situación es un grupo de cepas del hongo Fusarium solani, según confirma una investigación publicada en FEMS Microbiology Letters.
Cría de tortuga boba (Caretta caretta).
Pingüino rey (Aptenodytes patagonicus) en cautividad en el parque temático de la naturaleza Faunia en Madrid.