En los últimos 30 años ha descendido el número de playas donde anidan las tortugas marinas, el número de hembras que acuden a poner sus huevos, el número que hace eclosión y la tasa de supervivencia de las crías. Uno de los factores responsables de esta situación es un grupo de cepas del hongo Fusarium solani, según confirma una investigación publicada en FEMS Microbiology Letters.