En los últimos 30 años, unas 200 especies de anfibios han desaparecido por la quitridiomicosis, una infección producida por un hongo. La comunidad científica ha intentado luchar contra el patógeno, sin éxito. Ahora, un grupo internacional de investigadores, con participación española, ha revisado todas las técnicas para evitar los efectos de la enfermedad y las extinciones locales.