Científicos españoles e italianos acaban de presentar los restos más antiguos conocidos de esta primera forma de homínido de trazos plenamente humanos. Se trata del fragmento de una mandíbula infantil, hallado en el frío altiplano etíope, lo que explicaría la adaptación del Homo erectus a esas condiciones climáticas antes de dar el salto fuera de África.
Un estudio del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana indica que un cráneo de 1,5 millones de antigüedad, hallado en Etiopía, no presenta rasgos distintivos de uno del género humano, con proporciones parecidas a los australopitecos o a especies cuya pertenencia a nuestro linaje está aún por establecer.
Un equipo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos ha participado en un estudio sobre los restos craneales hallados en el yacimiento chino. Los resultados indican que Asia pudo ser poblada por sucesivas poblaciones de esta especie en el Pleistoceno.
Las evidencias paleoantropológicas halladas hasta ahora sobre el Homo erectus, que apareció hace unos dos millones de años, sugerían que la dieta carnívora había moldeado nuestra evolución e impulsado cambios en el comportamiento y los rasgos anatómicos humanos, como un mayor cerebro. Un equipo de científicos rebate ahora esta hipótesis, a la que asocian a un muestreo intensivo de fósiles en un periodo y yacimiento determinados.
Una bóveda craneal parcial y una mandíbula con parte de la dentición, halladas en Israel junto con restos de animales y herramientas, han llevado a los científicos hasta un nuevo tipo de Homo. Lo han denominado Nesher Ramla, como el lugar donde fue hallado.
Un trabajo del CSIC y el Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana ha reconstruido en 3D el tórax del niño de Turkana, el esqueleto de H. erectus más completo, datado en 1,5 millones de años. Este estudio revela que la forma estilizada del humano moderno, con tórax y pelvis estrecho, apareció más recientemente de lo que se pensaba.
El hallazgo de varios fragmentos de cráneo de Homo erectus y Paranthropus de entre 2,04 y 1,95 millones de años de antigüedad en el yacimiento sudafricano de Drimolen revela que las dos especies fueron contemporáneas de los Australopithecus. Hasta ahora, se pensaba que estos últimos se habían extinguido antes de la aparición de los primeros Homo y Paranthropus en Sudáfrica.
Desde los años 30 permanecía sin respuesta un misterio: la edad de los fósiles de Homo erectus hallados en el río Solo en la isla de Java, Indonesia. Casi 90 años después, la ciencia ha permitido datar con precisión los huesos y concluye que estos restos son los más jóvenes de esta especie humana extinta.
Un equipo español de científicos ha descrito las características paleobiológicas de los osos de las cavernas que cohabitaron con Homo erectus en el yacimiento georgiano de Dmanisi, datado con una antigüedad de 1,8 millones de años. La investigación que ha analizado una mandíbula de oso revela un solapamiento en las dietas de ambas especies.
Entre 1972 y 1983 se hallaron cuatro dientes en la cueva de Yanhui en Tongzi, al sur de China, y fueron asignados por su antigüedad de entre 240.000 y 172.000 años a un Homo erectus o a un Homo sapiens arcaico. Un estudio revela ahora que estos restos no se ajustan al patrón morfológico de Homo erectus clásico, por lo que podrían representar a los tan buscados denisovanos.