Un equipo internacional, con la colaboración del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos, ha llevado a cabo un estudio de seis piezas dentales de la especie Homo erectus, halladas en el yacimiento chino de Zhoukoudian. Se espera que este trabajo abra las puertas a una revisión de todo el material humano fósil del Lejano Oriente.
El estudio más completo sobre los huesos de Homo floresiensis, una especie de ‘humano enano’ descubierta en la isla indonesia de Flores en 2003, ha encontrado que muy probablemente evolucionó de un antepasado en África y no de Homo erectus, como se ha creído hasta ahora. Los resultados se publican en el Journal of Human Evolution.
Un científico del Centro Nacional de Investigación de Evolución Humana, en Burgos, lidera tres estudios paleoneurológicos en los que se analizan los cráneos de Buia y Maba, encontrados en Eritrea y China, respectivamente, así como el estudio anatómico del parietal de Homo antecessor, hallado en España.
Cuando hace más de dos millones de años, los Homo erectus empezaron a comer carne cruda algunos de sus rasgos físicos se modificaron y adaptaron a los nuevos alimentos. Sus dientes se hicieron más pequeños, sus músculos para masticar se debilitaron y sus intestinos se acortaron. Según un nuevo estudio, el abandono del vegetarianismo y el uso de herramientas de piedra básicas para procesar la comida explican estos cambios evolutivos.
Un equipo de científicos liderado por el CENIEH publica esta semana un artículo de síntesis sobre la morfología cerebral de más de veinte individuos de Homo erectus. La variación de tamaño es el único factor de diversidad.
La investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana Laura Martín-Francés ha colaborado en un artículo publicado en la revista Quaternary International que muestra las primeras evidencias de marcas de palillo del Pleistoceno Medio de Asia en varios dientes encontrados en el yacimiento chino de Yiyuan.
Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana acaba de publicar en la revista PLOS ONE un estudio sobre la morfología comparada de los restos fósiles humanos hallados en el yacimiento más importante de la República de Georgia.
Paleoantropólogos de la Universidad de Zúrich (Suiza) han descubierto en Dmanisi (Georgia) un cráneo excepcionalmente conservado de 1.800.000 años que, por sus características, obliga a un cambio de perspectiva sobre la diversidad de las especies humanas, que sería mucho menos variada de lo que se estimaba. “Si hubiésemos encontrado la cavidad craneal y el rostro como fósiles separados, habrían sido atribuidos a dos especies diferentes”, dicen sus descubridores.
Posible apariencia del individuo al que pertenecía el cráneo 5. / J. H. Mattemes.
Estructuras subcutáneas propuestas para el individuo del cráneo 5. / J.H. Matternes.