Una de cada siete especies amenazadas se encuentra en un zoológico o en un acuario. Para un grupo internacional de científicos, que ha estimado por primera vez el número de especies amenazadas en cautividad en el mundo, a través del Sistema Internacional de Información de Especies (ISIS, por sus siglas en inglés), esta cifra es “sorprendente”. El estudio, que se publica ahora en Science, sugiere que los zoos desempeñen un papel más activo en la conservación de la biodiversidad.
El uso ilegal de cebos envenenados es la principal causa del declive del milano real (Milvus milvus) en España, según la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Esta especie se ha incluido en la categoría “en peligro de extinción” en el nuevo Catálogo Español de Especies Amenazadas, que ha publicado hoy el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM).
España es el país europeo con más biodiversidad de murciélagos. Foto: Fritz Geller-Grimm
El Consejo de Ministro ha aprobado hoy un Real Decreto que actualiza el Catálogo de Especies Amenazadas en España. El nuevo listado integra un total de 898 especies, lo que supone un incremento en el grado de protección de 327 respecto al catálogo anterior. El Gobierno contempla que un comité científico independiente revise y actualice este documento.
Según el proyecto Cambiaré? que lidera el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), si no se corrige la tendencia actual, debido al cambio global, el 55% de los anfibios y reptiles de la Península Ibérica pueden ver reducida a menos de la mitad su área de distribución, hecho que supondrá un deterioro muy importante del estado de conservación de muchas especies y que puede conducir a la extinción de hasta una tercera parte de la comunidad de anfibios y reptiles de la Península Ibérica.
Tritón del Montseny
Desde hace casi tres años los osos polares se añadieron a la lista de especies en peligro de extinción, cuando su hábitat de hielo comenzó a mostrar un declive constante provocado por el calentamiento del clima. Sin embargo, un nuevo estudio revela que la disminución de los gases de efecto invernadero podría remitir la actual condena a muerte de estos iconos del Ártico, al menos de momento.