Desde su nacimiento, el 7 de febrero de 2008, la agencia SINC ha contado con una red de colaboradores esenciales, repartidos por los centros de investigación y universidades de toda España: son los periodistas de las Unidades de Cultura Científica y de la Innovación. Ellos también celebran el quinto aniversario de SINC.
No es de extrañar que la web de SINC sea una de mis pestañas favoritas en el navegador, uno de los iconos más pinchados en mi smartphone y uno de los medios más citados en mis piezas de radio.
La misión de SINC va más allá de informar, y sirve para mejorar el periodismo científico español. Puede ser un laboratorio de pruebas tanto para temas y enfoques innovadores como para nuevos talentos.
SINC ha servido para que muchos investigadores dejen de mirar a los periodistas con recelo, al ver que su trabajo se difunde con rigor, de una forma atractiva y sencilla, y huyendo del sensacionalismo.
SINC ha sabido convertirse en algo más que una agencia. En la selección –en ocasiones, casi hallazgo– de ciertos temas y en algunos enfoques y titulares, leo –oigo– voces personales que diferencian. Destellos de un sello propio, más allá de la ágil corrección de una agencia de noticias.
SINC ha logrado convertirse en ese 'Eurekalert' español que nos faltaba, y es una fuente a la que recurrimos muchos periodistas científicos para enterarnos de lo que se está 'cocinando' en los laboratorios de nuestro país.
Los periodistas de la agencia SINC ponen todo su empeño en que no ignoremos los avances científicos.
Para formar parte del mundo, la ciudadanía ha de saber sobre genética, tecnologías de la información, cambio climático y tantos y tantos otros asuntos.