Una nueva herramienta de captura y recaptura espacial permite caracterizar y monitorizar con precisión poblaciones de pequeños mamíferos, como las de topillo campesino. El nuevo estudio aporta con este método datos ecológicos importantes, pero también a nivel de gestión, ya que estos animales generan grandes problemas agrícolas y de salud pública en momentos de plaga.
Los loros tropicales del continente americano está en declive por el impacto de la actividad humana, según un estudio científico publicado en la revista Biological Conservation por un equipo internacional en el que participa Juan Carlos Guix, de la Universidad de Barcelona.
Los suelos contribuyen en distinta medida a las emisiones de CO2 a la atmósfera. Un equipo de científicos, que ha analizado 35 tipos de suelos en España, ha medido las concentraciones de metoxifenoles, unas moléculas cuya composición se hace más compleja cuando aumenta el porcentaje de carbono del suelo. Los resultados permiten identificar, a partir de sus diferentes proporciones, los suelos con mayor capacidad para almacenar carbono.
A partir del siglo XVIII los europeos capturaron de forma masiva leones y osos marinos en las costas atlánticas de América del Sur. Esto diezmó ambas especies porque su dieta y la estructura de la red trófica costera se alteraron, pero en la actualidad estos mamíferos son los más abundantes de la región. Así lo determinan dos trabajos realizados por investigadores españoles y argentinos que han analizado los efectos de la explotación de estos depredadores durante los últimos 6.000 años.
Un 10% de los adultos que viven en países desarrollados practica la pesca recreativa, que en el mar Mediterráneo representa alrededor de un 10% de la producción total de las pesquerías. A pesar de su importancia, esta pesca no está tan controlada ni estudiada como la profesional. Por primera vez, un estudio examina esta actividad, cuyos efectos cada vez se asemejan más a los de la pesca tradicional. Por esta razón, los cientificos exigen mayor control.
Investigadores de la Fundación Ciudad de la Energía han logrado por primera vez en el mundo capturar CO2 con un nuevo método: la oxicombustión en caldera de lecho fluido circulante. El avance puede ayudar a reducir este gas de efecto invernadero en industrias y centrales térmicas como las de carbón.
Un nuevo blog impulsado por el equipo que dirige el profesor Jacob González Solís, del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de Biodiversidad de la UB (IRBio), ambos adscritos al Barcelona Knowledge Campus, da a conocer los avances de un proyecto que estudia la captura accidental de aves marinas por los palangreros del Levante peninsular, un fenómeno bastante habitual que está ligado a las artes de pesca.
España se coloca a la vanguardia internacional con este hito, lo que abre la vía para el desarrollo tecnológico de la oxicombustión y su aplicación a escala comercial.
Desde hace años se pescan cada vez menos salmones atlánticos (Salmo salar) en capturas deportivas en los ríos asturianos. La razón, la presión de la pesca y los efectos del calentamiento global están mermando cada vez más a estos peces. Así lo revelan científicos españoles y británicos que confirman que las poblaciones del norte de España y el sur de Francia están en recesión.
La comunidad científica no se cansa de advertir sobre el peligro de un cambio climático irreversible si no reducimos la emisión de gases de efecto invernadero. Las soluciones pasan por la eficiencia y el uso de energías limpias, pero existe una tercera vía: la captura y almacenamiento de dióxido de carbono. Para investigar las posibilidades de esta tecnología, la Fundación Ciudad de la Energía acaba de poner en marcha un centro de referencia mundial en Cubillos del Sil (León).