Los humanos y otros primates no son los únicos mamíferos que usan gestos faciales para relacionarse. Varios experimentos revelan que, en nuestra presencia, los perros producen más movimientos faciales cuando les prestamos atención que cuando no lo hacemos. Este hallazgo confirma que dichas expresiones no son exhibiciones involuntarias de sus estados de ánimo, sino claros intentos de comunicarse con nosotros.
Jaguares, pumas, leopardos tigres, ocelotes y perros venaderos se encuentran cada vez más amenazados por la fragmentación de su hábitat provocada por el ser humano en el norte de Argentina. Un equipo de científicos, con la ayuda de perros rastreadores –protagonistas de #Cienciaalobestia–, está desarrollando un plan para crear un corredor biológico y ayudar a estas especies.
En la actualidad existen cerca de 400 razas de perro y todas tienen historias y perfiles genéticos únicos. Para reconstruir su historia evolutiva, un equipo estadounidense de científicos ha creado el árbol genealógico más completo hasta la fecha a través de los genomas de 161 razas de perros. El estudio revela además las primeras evidencias genéticas en razas modernas de la existencia del ‘perro del Nuevo Mundo’, una subespecie canina que llegó a América con los seres humanos hace unos 10.000 años.
Numerosos estudios científicos han demostrado la habilidad de los perros para entender a los humanos, pero su inteligencia va más allá. Ahora un nuevo experimento revela que canes y humanos compartimos ciertas habilidades mentales. Según un estudio húngaro, a través de una serie de entrenamientos, las mascotas pueden recordar e imitar nuestras acciones, pero su memoria decae antes que la nuestra.
Lupa y Moka no son perritas al uso, como tampoco lo son sus dueñas, Ana y Eva Arróniz, dos hermanas francoespañolas de 11 y 13 años que sufren diabetes tipo 1 desde la edad de cinco. La enfermedad no les ha impedido asistir al colegio, y lo hacen acompañadas de sus mascotas, entrenadas para alertarlas de cualquier alteración en sus niveles de glucosa. El olfato de las perras lo detecta antes que cualquier sensor.
Ana (izquierda) y Eva (derecha) posan junto a Lupa y Moka, dos perritas que ya forman parte de la familia y que pueden detectar las variaciones en los niveles de glucosa de sus dueñas. / Sinc
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016 son los primeros de la historia que han contado con un equipo dedicado exclusivamente al cuidado de la fauna que vive cerca de las instalaciones olímpicas, tanto perros y gatos bautizados con nombres de atletas, como animales silvestres. Capibaras, caimanes, boas, monos capuchinos y perezosos han compartido las pistas con los deportistas de élite.