Los humanos y otros primates no son los únicos mamíferos que usan gestos faciales para relacionarse. Varios experimentos revelan que, en nuestra presencia, los perros producen más movimientos faciales cuando les prestamos atención que cuando no lo hacemos. Este hallazgo confirma que dichas expresiones no son exhibiciones involuntarias de sus estados de ánimo, sino claros intentos de comunicarse con nosotros.
La mayoría de las especies de mamíferos generan expresiones faciales, pero muchas se han considerado simples respuestas automatizadas de un determinado estado emocional, y no un modo de comunicación. En primates no humanos se demostró que, ante la presencia de una audiencia, los mamíferos usan los gestos para que sean vistos por otros.
Ahora, un equipo de investigación de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) ha querido comprobar si este intento de relacionarse se produce en otros animales que no sean primates, y ha elegido a los perros domésticos por su larga historia de convivencia junto al ser humano.
“Los perros domésticos son un modelo interesante para este tipo de estudio ya que poseen una historia única. Han vivido con los humanos durante unos 30.000 años, durante los cuales las presiones de selección parecen haber actuado sobre su capacidad para comunicarse con los humanos”, señalan los científicos en el trabajo publicado hoy en la revista Scientific Reports.
Gestos ante la atención humana
Los resultados revelan que los canes también generan expresiones faciales, como levantar las cejas, porque son sensibles a la atención prestada por parte del ser humano. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron una serie de experimentos con 24 perros domésticos de diferentes géneros, razas y edades, utilizando como único estímulo la comida.
Los animales se enfrentaron a cuatro situaciones distintas en las que una misma persona miraba a cada uno de ellos de frente con o sin comida, o se ponía de espalda a los perros con o sin alimento. Todas las reacciones de los canes fueron grabadas en vídeo para ser analizadas.
Según los expertos, los perros produjeron significativamente más movimientos faciales cuando el ser humano se mostró frente a ellos que cuando estaba de espaldas. Además, la presencia de alimentos –un estímulo no social pero excitante– no generó ningún efecto en el comportamiento de los animales.
“Hemos demostrado que las expresiones faciales en los perros están sujetas a efectos de audiencia. Estas pueden adaptarse según la atención humana, lo que sugiere alguna función comunicativa y no simples estados emocionales basados en la excitación de los canes”, concluyen los autores, para quienes los gestos son un sistema más flexible que combina procesos emocionales y cognitivos.
Referencia bibliográfica:
Juliane Kaminski et al. “Human attention affects facial expressions in domestic dogs”. Scientific Reports 19 de octubre de 2017