Una familia de Buenos Aires (Argentina) recurrió a un proceso de clonación para reencontrarse con su difunta mascota. El resultado fue el nacimiento de un cachorro genéticamente idéntico, que conserva el nombre de su predecesor: Anthony.
La familia pagó una cifra que oscila entre 60.000 y 100.000 dólares para lograr la réplica casi exacta que han realizado de su anterior mascota en el laboratorio Biocan. Según su director, Daniel Jacoby, el nuevo perro heredará las habilidades de su antecesor por el parecido genético, pero que su conducta también sea similar a la original depende del entorno.
También recordó que la oveja Dolly, el primer animal de la historia reproducido genéticamente, generó dudas por sus aparentes señales de vejez prematura, pero la técnica ha mejorado con el paso de los años.
Anthony II nació el pasado 13 de julio, pero es ahora cuando se da a conocer el éxito de este procedimiento de clonación.