Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han participado en un estudio internacional, publicado en Nature, que analiza cómo esta corriente ha influido de manera determinante en el clima europeo durante más de 700 años provocando eventos extremos como incendios, epidemias o inundaciones.
Una nueva investigación, que utiliza un modelo de aprendizaje automático combinado con una red neuronal artificial, asegura que el 12,7 % de los peces teleósteos marinos (los más numerosos) están en riesgo de extinción. Esto supone cinco veces más que la estimación de la IUCN, del 2,5 %, e incluye a cerca de 5.000 especies más en ese estatus.
Un equipo internacional de científicos ha logrado romper un récord con un testigo de perforación de 1268 metros de longitud en el Atlántico Norte. Las muestras de roca recuperadas proporcionan nuevos conocimientos sobre la composición del manto, la geología profunda de la Tierra y las posibles condiciones biogeoquímicas implicadas en los orígenes de la vida.
Como si se tratase de Pompeya, en Marruecos han aparecido restos de este animal del Cámbrico excepcionalmente conservados al quedar atrapados tras la erupción de un volcán submarino. Gracias a este hallazgo conocemos más sobre cómo era su sistema digestivo o sus apéndices.
Un proyecto de la UE, iniciado en 2022, lleva a cabo la modelización digital de los océanos para prevenir los efectos del cambio climático. El sistema, que alcanzará la escala planetaria en un año, tiene diversas aplicaciones, desde mejorar las condiciones del litoral para los moluscos en Irlanda hasta preservar las costas turísticas de las Islas Baleares.
Las nuevas tecnologías de vehículos no tripulados, sensores, sistemas de comunicación e IA están ampliando a pasos agigantados el conocimiento y conservación de los fondos marinos.
Un análisis de los sedimentos oceánicos revela un ciclo de 2,4 millones de años donde se conectan las órbitas del planeta rojo y el nuestro con variaciones en el clima y las corrientes del fondo marino. El estudio sugiere que remolinos gigantes en océanos que se calientan podrían contrarrestar el previsible estancamiento de la corriente del Golfo.
El hallazgo de este valioso ecosistema se produjo, unas semanas atrás, en el marco de una campaña oceanográfica internacional en la que el Institut de Ciències del Mar del CSIC ha tenido un papel clave. Durante la campaña, el equipo científico utilizó un robot submarino con tecnología avanzada de escaneo láser para generar mapas detallados de los organismos que habitan en el fondo marino.
Investigadores del Institut de Ciències del Mar del CSIC han publicado esta semana en la revista Science Advances un estudio en el que revelan detalles acerca del papel que desempeñan estos organismos microscópicos, que son importantes en el ciclo de los nutrientes y en la fijación de carbono.
Esta oceanógrafa que ha caminado por el lecho marino y ayudado a construir sus propios sumergibles aboga por cambiar nuestra mirada hacia los peces, tener empatía y comprender que cada uno es una criatura diferente, con una personalidad propia. Solo si dedicamos tiempo a observar y estudiar las especies acuáticas, podremos proteger los ecosistemas oceánicos y, en consecuencia, nuestra propia vida en la Tierra.