La ferrita de cobalto es un material de espesor nanométrico con diversas aplicaciones para el ámbito de las nuevas tecnologías. Ahora, un equipo de investigadores españoles ha desarrollado un nuevo método para obtener nanoestructuras de este material ultrafinas y con una calidad mejorada respecto a las existentes. El trabajo tiene aplicaciones en espintrónica, una tecnología para crear sistemas avanzados de computación.
Con una molécula de ftalocianina, unos pocos átomos de indio –un metal poco abundante– y la ayuda de un microscopio de efecto túnel se puede construir un nanotransistor. Así lo demuestra un estudio internacional en el que un español del instituto Paul-Drude de Berlín figura como primer autor. El científico también ha creado una aplicación web interactiva para que cualquiera pueda reproducir sus experimentos.
Un equipo de científicos europeos, con participación del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, ha creado un nanodispositivo capaz de introducirse en el interior de una célula y actuar, a la vez, como calentador y termómetro instantáneo. Se podría usar en algunas terápias contra el cáncer y en estudios sobre el transporte de calor a escala nanometríca.
La empresa asturiana Xerolutions ha desarrollado un carbón sintético que mejora las prestaciones de los supercondensadores. Estos dispositivos se usan, entre otras aplicaciones, para el almacenamiento de energías renovables y la regeneración de energía en vehículos, como es el caso de los sistemas de recuperación de energía cinética popularizados por las carreras de Fórmula 1.
Al igual que las antenas se usan para gestionar la emisión de ondas de radio y microondas en las telecomunicaciones, se pueden emplear también nanoantenas semiconductoras para controlar las emisiones de luz. Así lo demuestra el método que han desarrollado investigadores del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC y centros de investigación holandeses, que abre la vía al diseño de nuevos dispositivos ópticos.
Físicos de la Universidad Autónoma de Barcelona han conseguido la 'fórmula' para construir un termómetro cuántico a escala nanométrica. Su precisión sería tan alta que permitiría detectar fluctuaciones ínfimas de la temperatura en zonas tan pequeñas como el interior de las células o en diminutos circuitos electronicos.
Sensores nanométricos, inocuos y biocompatibles, desarrollados por investigadores de la Universidad de Córdoba, son capaces de detectar y cuantificar nanopartículas tóxicas presentes en los recusos naturales, como el agua, y en los organismos. También identifican estas partículas de tamaño nanométrico en productos de consumo, como los cosméticos.
Un equipo de investigadores europeos, liderado por un español desde la Universidad de Cambridge, ha creado un dispositivo electrónico tan preciso que puede detectar la carga de un solo electrón en menos de un microsegundo. Lo han bautizado como ‘sensor de puerta’ y se podría aplicar en los futuros ordenadores cuánticos para leer la información almacenada en la carga o el spin de un único electrón.
Chip de silicio con el que se ha diseñado el sensor de puerta. / Hitachi Cambridge Laboratory et al.
La revista Nature Nanotechnology publica un artículo en el que se muestra por primera vez una caracterización tridimensional del fosfato de calcio formado en el estómago y que revela su estructura interna, morfología y funcionalidad real. El hallazgo puede desentrañar el origen de ciertas enfermedades digestivas.