Los enormes recursos que EE UU y Europa destinan a megaprogramas de investigación sobre el cerebro humano están mal enfocados, según Marvin Minsky, uno de los padres de la inteligencia artificial que hoy recibe el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Tecnologías de la Información y la Comunicación. Su propuesta es estudiar primero cómo funciona el cerebro de animales pequeños, como las libélulas.
Un programa informático se ha hecho pasar por un adolescente de trece años mientras respondía a las preguntas de un jurado y ha conseguido convencer a un tercio de los jueces. Se supera así el test que planteó el matemático británico Alan Turing hace 65 años, aunque, según algunos expertos, el impacto de este avance es más mediático que científico.
Alan M. Turing fue un matemático y filósofo inglés y actualmente es considerado el padre de la Inteligencia Artificial /
El director del Laboratorio de Informática de Sony en París, François Pachet, tambien es un músico enamorado del jazz. Su objetivo es crear una nueva generación de herramientas para los compositores o cualquier persona interesada en la música, y para ello cuenta con una beca ERC Advanced Grant. Pachet está convencido de que la inteligencia artificial puede ayudar a desarrollar la creatividad individual, según ha explicado en la Conference on Practical Applications of Agents and Multi-Agent Systems (XII PAAMS) organizada esta semana en la Universidad de Salamanca.
Una de las disciplinas de moda en el mundo de la informática es la computación social, que se encarga de estudiar la interacción entre los comportamientos de las personas y los sistemas computacionales. Fenómenos como las redes sociales ponen en evidencia la capacidad de internet para obtener una enorme cantidad de datos, lo cual plantea tanto la posibilidad de desarrollar fantásticas aplicaciones como el reto de proteger los datos personales. David Robertson, director de la Facultad de Informática de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), es uno de los científicos más influyentes en este campo, con varios proyectos de investigación, por ejemplo, en torno al desarrollo de ciudades inteligentes.
Investigadores de la Universidad de Granada han desarrolado un programa para videojuegos capaz de generar nuevos contenidos virtuales en tiempo real y de forma autónoma. Esta tecnología, basada en técnicas de inteligencia artificial, aporta mayor realismo al juego a través de la creación in situ de personajes o la introducción de cambios inesperados en los escenarios.
Un equipo de científicos de Andalucía y Asturias han desarrollado un método de inteligencia artificial para integrar distintas imágenes médicas, como escáneres, rayos X o resonancias magnéticas. De esta forma se reducen las imprecisiones y se puede mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Investigadores de la Universidad de Ohio (EE UU) han logrado identificar hasta 21 emociones en las expresiones faciales. Los científicos han partido de las seis expresiones básicas incluyendo felicidad, sorpresa, ira, tristeza, miedo y asco para crear otras 15 expresiones compuestas como ‘felizmente sorprendido’ o ‘tristemente enfadado’. Cada una de ellas, utiliza una combinación única de músculos. El conocimiento se podrá aplicar para lograr robots más expresivos y en mejorar la comprensión de enfermedades cerebrales.
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, en la categoría de tecnologías de la información y la comunicación, ha sido concedido en su sexta edición al estadounidense Marvin Minsky, pionero de la inteligencia artificial. Según el jurado, este científico ha aportado contribuciones esenciales, teóricas y prácticas, en matemáticas, ciencia cognitiva, robótica y filosofía. También fue asesor de Stanley Kubrick para la película 2001: Una odisea en el espacio.
Investigadores de universidades de Andalucía y Extremadura han diseñado un robot de bajo coste para vigilar a las personas mayores o discapacitadas en el hogar. El prototipo utiliza algoritmos basados en inteligencia artificial, es móvil y lo pueden instalar de forma sencilla los cuidadores.