Ingenieros de la Universidad Carlos III de Madrid han logrado que un robot llamado TEO se pueda comunicar en lengua de signos con personas sordas. Para ello, han combinado tecnologías de inteligencia artificial, redes neuronales y visión artificial.
Un equipo de investigadores del MIT ha desarrollado un sistema para convertir las estructuras moleculares de las proteínas en sonidos que se asemejan a pasajes musicales mediante inteligencia artificial. Luego, invirtiendo el proceso, ha introducido algunas variaciones en la música y la ha tranformado de nuevo en proteínas nunca antes vistas en la naturaleza.
Un equipo de la Universidad de Málaga ha desarrollado un software que pronostica el nivel de llenado de los depósitos de desechos y calcula los recorridos de vaciado en función de las necesidades. El sistema determina cuáles hay que vaciar cada día y así reducir en un 20 % la distancia recorrida por camiones de recogida, además de generar itinerarios un 33,2 % más cortos que los utilizados hasta ahora.
El Atlas de la Desigualdad es un mapa interactivo hecho a partir de datos de geolocalización de móviles para saber dónde se encuentran personas de diferentes ingresos en su tiempo de ocio, trabajo y consumo. La iniciativa, liderada por el español Esteban Moro, ya ha analizado el mapa de Boston y se va a extender a otras once ciudades, entre ellas, Madrid y Nueva York.
Un nuevo algoritmo predice con un 85 % de certeza si el año más productivo de un actor ya ha pasado o está por venir. El trabajo confirma lo efímeras que suelen ser las carreras en el cine, además del sesgo de género que hay en esta industria. Los resultados también han servido de base para la trama de un nuevo guion.
Investigadores italianos y españoles han integrado en un sistema paneuropeo de prevención de inundaciones la información que facilitan los mensajes de Twitter. La combinación de las predicciones hidrometeorológicas y el seguimiento automático e inmediato del evento permiten acortar la respuesta durante las situaciones de crisis por este tipo de desastre natural.
Está al frente de un equipo de 580 personas que ha logrado mejorar la climatización del Metro de Madrid y detectar fraudes en contrataciones. Dice que la automatización va a cambiar radicalmente el modo en el que trabajamos, pero ella cree que las máquinas nunca podrán sustituirnos en el cuidado de las personas.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y la red Cenit han creado T-ROOM, un sistema de realidad virtual e inteligencia artificial que facilita la detección precoz y personalizada del autismo. Esta herramienta reduce los tiempos de diagnóstico a una hora, cuando lo habitual supera las 15.
Un equipo multidisciplinar del Centro de Investigación en Agrigenómica y La Salle-Universidad Ramon Llu ha desarrollado un software que utiliza el aprendizaje artificial para medir raíces de plantas de forma precisa. El software, llamado MyRoot, ahorra mucho tiempo a los investigadores y en el futuro puede ser una herramienta útil en agricultura.
Científicos de la Universidad Politécnica de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han desarrollado un método basado en técnicas de inteligencia artificial que permite tener en cuenta las variaciones atmosféricas en el diseño de células solares para producir más energía. El estudio permite encontrar en unas pocas horas de cálculo el diseño óptimo de panel solar multiunión para cada localización.